20 de julio 2006 - 00:00

Alperovich dispuso "mano dura" con la delincuencia

La reacción de Alperovich se debe a que en las últimas semanas se sucedieron diferentes hechos de violencia que terminaron con resultado fatal. A su vez, este martes, en la marcha que se realiza todas las semanas tras el crimen de Paulina Lebbos, los manifestantes exigieron que se ponga fin a la impunidad. «No queremos más muertos», advirtieron.
El lunes, en tanto, en un comunicado de prensa del Arzobispado, monseñor Luis Villalba había advertido que «la seguridad es un tema de vital importancia para lograr los objetivos de la seguridad social», según publicó ayer el diario tucumano «La Gaceta».
Sin perder tiempo, Alperovich salió al ruedo en el tema. «Creo que con los delincuentes no hay que tener miramientos; hay que ser implacable y combatir la delincuencia en Tucumán», afirmó tras reconocer que «una de las deudas pendientes que tiene esta provincia está relacionada con la seguridad».
«Pedí tolerancia cero hacia los delincuentes en Tucumán. Creo que la sociedad nos está exigiendo una mayor seguridad», continuó el mandatario, que además indicó: «Tucumán es una ciudad chica y aquí se conocen todos; y creo que con los delincuentes no hay que tener miramientos. Debemos ser implacables y combatir la delincuencia».
Entre los hechos graves y recientes que conmocionaron a la opinión pública tucumana figuran el asesinato de José Dionisio Corbalán, a quien mató un hombre que, según la Policía, ya tiene antecedentes policiales y que había sido liberado pocos días antes. Eso motivó una pueblada en la localidad de Lastenia, durante la cual los vecinos atacaron la comisaría y la casa del sospechoso, Juan Nazareno Leiva, quien ahora se encuentra en el penal de Villa Urquiza.

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