2 de enero 2007 - 00:00
Arrancó año clave: provincias votan mapa político hasta 2011
-
Las provincias que renuevan Legislaturas en 2025 se debaten entre la Boleta Única y desdoblar elecciones
-
Walter Correa: "Los exámenes de idoneidad se hacen sólo para atacar y demonizar a los trabajadores estatales"
Claro está, en esas elecciones se apoyará la construcción de poder de Néstor Kirchner. Por eso desde la Casa Rosada siguen con preocupación algunas plazas clave que aparecen complicadas -como la santafesina-, mientras que en otras coquetean con potenciales apoyos que hacen erizar la piel a los gobernadores (como en el caso de Córdoba).
El calendario de comicios arrancará el 18 de febrero, día en que los correntinos elegirán convencionales constituyentes. Sin embargo, las peleas mayores se iniciarán en marzo, con la confirmada compulsa del 18 en Entre Ríos, donde el PJ se presentará riesgosamente dividido. En paralelo, también Catamarca votará ese mes, casi con seguridad una semana antes.
En rigor, se trata de dos de los ejemplos de comicios que serán desdoblados de la compulsa nacional del próximo 28 de octubre, en algunos casos por razones legales (Santa Fe, Tierra del Fuego, Tucumán y Chaco) y en otros, por conveniencia política (como Entre Ríos, Catamarca, Río Negro y Córdoba).
En este marco, hasta el momento 9 gobernadores apuestan a buscar su reelección. El lote prometía estar más concurrido, pero el «efecto Misiones» barrió de un plumazo tres candidaturas: la del misionero Carlos Rovira (derrotado en la elección de convencionales constituyentes que le dijo no a la reelección indefinida) y las del jujeño Eduardo Fellner y el bonaerense Felipe Solá, a instancia de Néstor Kirchner.
Los mandatarios que buscarán ser reelectos (o lo harían) son los justicialistas Mario Das Neves (Chubut), José Luis Gioja (San Juan), José Alperovich (Tucumán), Alberto Rodríguez Saá (San Luis), Gildo Insfrán (Formosa) y Angel Maza (La Rioja), además de los radicales Miguel Saiz (Río Negro) y Eduardo Brizuela del Moral (Catamarca) y del fueguino Hugo Cóccaro (FUP).
En este escenario de electoralismo explícito, las provincias deberán hacer frente a fuertes desafíos para intentar mantener la salud de sus cuentas públicas, en el marco de una tendencia que marca el fin de la bonanza que exudaron los superávits fiscales en los últimos años.
Una de las amenazas radica en los fuertes vencimientos de la deuda pública, que es de más de 477.800 millones y que está contraída fundamentalmente con Nación. Para este año, los servicios de deuda totalizan $ 3.700 millones en intereses y $ 9.400 millones en amortización de capital, mientras que el ministerio de Felisa Miceli tiene prevista una asistencia financiera de $ 6.040 millones.
El otro foco de alerta está dado por el intento de contener el gasto público -cuyo crecimiento está impulsado fundamentalmente por el impacto de las subas salariales-, en el marco de la presión que genera la Ley de Responsabilidad Fiscal, que desde 2005 pone un cepo al gasto y al endeudamiento de los gobernadores.
Dejá tu comentario