Los índices de inflación en Santa Fe y San Luis para el mes de marzo echaron por tierra la ilusión de que los efectos de la crisis financiera internacional derivaran en una estabilización de los precios. En el primer caso, la variación pegó un brusco salto y llegó al 1,6%; mientras que en la provincia puntana fue del 2,3% -4 veces superior al aumento en el costo de vida reconocido por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) para el Gran Buenos Aires-.
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En Santa Fe, los aumentos de precios en el rubro educación llegaron al 9% y lideraron el movimiento alcista. Pero también fueron muy fuertes los incrementos en alimentos, gastos para la salud e indumentaria.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) santafesino, que en enero arrojó alzas del 0,8% y en febrero del 0,3%, inició el año escolar con una escalada que llevó ese nivel al 1,6%.
En tanto en San Luis, según se señaló desde la Dirección Provincial de Estadísticas del Gobierno de Rodríguez Saá, los precios crecieron debido a las subas registradas en los sectores de alimentos, que llegaron 2 puntos porcentuales, y en indumentaria, que alcanzó los 7,5 puntos.
Así, la inflación de la provincia de San Luis, gobernada por el peronista disidente Alberto Rodríguez Saá, se ubicó en el 2,3% en marzo mientras que la de la provincia de Buenos Aires fue, según el INDEC, del 0,6%.
A su vez, desde Misiones se afirmó que el costo de vida en ese territorio aumentó el Alberto Rodríguez Saá 1,6%, mientras que en Río Negro se incrementó el 1,7%.
La diferencias entre los índices es notable ya que la inflación sanluiseña cuadruplica a la nacional, muy cuestionada desde la intervención del polémico secretario de Comercio, Guillermo Moreno, hace ya más de 2 años.
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