8 de agosto 2019 - 00:01

Buenos Aires: casi la mitad de los distritos pasará por internas

De los 135 distritos de la provincia, Juntos por el Cambio y el Frente de Todos definen candidatos en 65. Cuáles son los puntos clave de una elección que marca el inicio de la carrera electoral bonaerense.

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El padrón más grande del país sale al terreno electoral por primera vez en el año. Casi 12 millones de bonaerenses están en condiciones de elegir este domingo a quién quiere que dirija los destinos de la provincia por los próximos cuatro años. Pero, claro. Para el resultado final, habrá que esperar al menos hasta octubre. Y es que más allá de lo que se dirima para la gobernación, los ojos también estarán puestos en ese primer contacto que tienen los vecinos con el poder político: el intendente.

De los 135 municipios que conforman Buenos Aires, Juntos por el Cambio y el Frente de Todos (las fuerzas que polarizan la elección) definirán quién será su representante para las generales en 65 distritos, casi la mitad del total. Un número que deja varias verdades. La primera es que la unidad del peronismo se logró en gran parte del territorio, pero no en el total. Y la segunda, expone que, pese a que el macrismo puso en duda el valor del proceso electivo de las primarias, terminó siendo el colectivo partidario que más utilizará la herramienta del voto previo para determinar quién será su candidato.

Ambas realidades tienen un mismo origen. A la fuerza radical del interior se sumó el deseo del núcleo más duro del macrismo (principalmente del vidalismo) de hacerse cargo de los destinos de diferentes municipios de gran valor. Y tiene sentido. Pese a que la convención radical resolvió el apoyo a Cambiemos se presume que, de no seguir siendo gobierno, las diferencias se ensancharán aún más. “No es lo mismo ser oposición desde el PRO y la UCR que desde Cambiemos. El acuerdo de gobierno es fuerte. Y lo seguiremos sosteniendo incluso en la derrota. Pero nunca se sabe. Es importante redoblar la presencia del partido en el interior”, asegura un candidato a intendente que jugará una interna con el radicalismo.

A la inversa, el radicalismo también busca volver a recuperar terreno en el Conurbano. El caso de Avellaneda es uno de los más concretos. Pese a que en el municipio no habrá internas, desde la facción más identificada con el PRO no vieron con buenos ojos la irrupción de Luis Otero en el municipio y la consecuente salida de Gladys González. Distinto es el caso de Merlo (único distrito del Conurbano donde no hubo acuerdo de Cambiemos), donde se da la contienda entre dos dirigentes del PRO: Juan Gómez Centurión (hijo del candidato presidencial por el frente NOS y delfín de la gobernadora), enfrentará a Juan Zencich (quien cuenta con el apoyo de Jorge Macri) para ver quién competirá con Gustavo Menéndez por la intendencia.

La situación del Frente de Todos es similar. Pese a que la unidad se logró sin dejar grandes cicatrices, el Conurbano mostró las mayores diferencias. No sólo entre la representación política del Frente Renovador y la del kirchnerismo, sino además dentro del propio armado K. Moreno, Tres de Febrero, Lanús y Quilmes son la muestra clara. Mientras que en Moreno se da el único caso en el que el candidato deberá pasar por internas, en el resto la falta de unidad se da desde el rol de oposición.

Justamente en el municipio del oeste, La Cámpora, que supo acompañar al intendente Walter Festa, le puso oposición apoyando la candidatura de la dirigente del Movimiento Evita, Mariel Fernández. La corriente más vertical del kirchnerismo también tendrá representantes en los otros municipios mencionados. Algo que para un diputado provincial no tiene coherencia. “Apoyo la unidad. Y así lo dejé claro en mi espacio, pero nos quejamos de que Cambiemos se hizo una lavadita de cara al llamarse Junto por el Cambio y nosotros no decimos desde adentro que La Cámpora no suma. Sí, en los votos. Eso es indiscutible. ¿Pero qué tipo de país queremos?”.

También será de la partida la agrupación encabezada por el Chino Navarro y Emilio Pérsico. No así el Frente Renovador, que sólo presentará en algunas. Al igual que el Polo Social.

Unos y otros

En lo concreto, Juntos por el Cambio afrontará internas en 26 municipios, siendo el ya mencionado Merlo, General Pueyrredón, Tandil, Luján, Zárate, Azul y Necochea los de mayor relevancia por cantidad de electores en juego. Claro que, a juzgar por las chances concretas de consolidar un candidato que pueda llegar a ser electo, hay diferencias. Mar del Plata y Tandil, con una interna muy parecida, son los más alcanzables. Mientras que en la ciudad de la costa gobierna un aliado como Carlos Arroyo, la gobernadora decidió abrir la puja entre la representante radical Vilma Baragiola y el referente del PRO, Guillermo Montenegro. En el distrito serrano, al jefe municipal, Miguel Ángel Lunghi, le sumaron un contrincante de riñón radical pero encolumnado a Vidal como Marcos Nicolini.

El Frente de Todos, en cambio, afrontará las PASO en 42. Más allá del Conurbano, la mira apuntará a Junín, Pergamino, San Pedro y Baradero, pero principalmente a La Plata, donde se dará una de las pujas más complicadas entre cinco candidatos. Florencia Saintout, Luis Arias, Victoria Tolosa Paz, Federico Martelli y Guillermo Escudero protagonizarán la contienda a la espera de saber quién enfrentará al intendente Julio Garro en octubre.

Sólo en cinco distritos, ambas coaliciones tendrán PASO al mismo tiempo: Adolfo Alsina, Coronel Suárez, Azul, Luján y Zárate.

A tres días de la primera gran medida de fuerza luego de cuatro años de gobierno, y a dos de las últimas elecciones de medio término en las que Cambiemos todavía se mostraba estable (al menos a nivel electoral), las PASO no sólo serán una gran ventana desde donde visualizar qué es lo que se viene a nivel país (dada la importancia del padrón electoral) sino también la posibilidad de pensar en futuras alianzas con aquellos frentes que no pasen el corte o que se muestren completamente debilitados. Un terreno que, se sabe, comenzará a embarrarse y que terminará de definir quiénes son los representantes consumados de cada frente.

Una contienda que más que para alquilar balcones será para abonarse durante todo el resto de la temporada electoral.

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