4 de julio 2005 - 00:00

Dicen en el campo...

Mario Llambías
Mario Llambías
...que la situación en el sector tambero vuelve a estar en estado de alerta, y no sólo por la sequía y el frío, que terminaron con muchas pasturas y acotaron la producción, sino por algunos renovados rumores sobre incrementos en los impuestos a la exportación o retenciones (que, además de ser un fácil recurso fiscal sirven para mantener «pisados» los precios internos de los productos transables). Ambos motivos suelen constituir las principales razones que inclinan a funcionarios facilistas a la adopción de un gravamen tan negativo que, salvo situaciones muy coyunturales, no se aplican en ningún lugar del mundo. Aún así, y a pesar de que ante la falta de políticas estratégicas las previsiones de los principales analistas coincidan en que en la Argentina va a continuar la concentración de tambos, el potencial de la actividad sigue intacto y apetecible a los ojos externos. De hecho, indicadores estadounidenses muestran que la zona tambera del país del norte se irá desplazando primero hacia el corn belt -su cinturón maicero-, para luego trasladar las inversiones en esta actividad hacia Brasil y/o la Argentina, ya que consideran que son los únicos países con posibilidades genuinas de crecimiento. Actualmente, en los Estados Unidos, dicen, las vaquillonas lecheras cuestan alrededor de u$s 2.000, y no hay oferta.

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• ...que desde distintos sectores se siguen sumando reclamos, cada vez más «insistentes», sobre la urgente necesidad de modificar la política impositiva (lo que alcanza no sólo a las retenciones), y a pesar de la «cerrada» negativa del ministro Roberto Lavagna, y de su vocero, el ahora «audiovisual» secretario de Agricultura, Miguel Santiago Campos (dada su nueva vocación periodística -gráfica y radial-, que aprovecha para dar «su» propia versión de «sus» propios actos oficiales). Es que los retrocesos productivos siguen sumando víctimas, como los fruticultores, los poroteros (el área cayó 40% y se perdieron los dos principales mercados de exportación, según hicieron saber), sin hablar de otras actividades como la forestación (que enfrenta, además, otros varios problemas y déficits), y el maíz o el trigo, cuya única «ayuda» para no agudizar su crisis sólo puede provenir hoy de excelentes precios internacionales, sumados a adecuadas condiciones climáticas que acompañen la evolución de los cultivos. Por eso no extrañaron algunas conversaciones legislativas sobre la necesidad de «reflotar» algunosproyectos de reformasimpositivas en danza, y sumar algunos nuevos. La actitud legislativa seguramente responde, también, a los por ahora solapados (tal vez, hasta después de las elecciones) reclamos de varios gobernadores que, por un lado, ven cómo la Nación les quita a sus respectivas provincias una tajada importante de ingresos vía las retenciones, mientras que los costos productivos son crecientes al punto de no poder recuperar, si quiera, la cantidad de nutrientes que anualmente extrae cada cosecha. Tal vez por eso, también, despertó particular interés el trabajo encargado por la Fundación Producir Conservando al especialista Juan Llach que, además de diagnóstico, contiene dos propuestas con varias alternativas. El estudio se suma a otro elaborado por la poderosa CARBAP que lidera Mario Llambías (la entidad que nuclea a las rurales de Buenos Aires y La Pampa). Ambos, se dice, podrían tener destino legislativo en no mucho tiempo, aunque la mayoría descarta, por ahora, alguna mejora dada la insólita intransigencia que muestra Economía («El Ministro -Lavagna- dice que nuestro reclamo es 'ideológico', pero parece que el que sustenta esa posición es él», dicen los empresarios)...

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... que en la tradicional sede de La Rural en la calle Florida, al mejor estilo «Riverito» alguien gritó: «Pozo vacante...», no bien se conoció la decisión del juez Gallardo de clausurar la sede palermitana de la entidad y, en alusión al controvertido foso que, desde hace años, espera la autorización de la Ciudad para encontrar su destino definitivo y que fuera, al menos, el argumento para la drástica decisión. El humor,sin embargo, no alcanza para disipar la profunda preocupación que causa el tema entre los ruralistas ya que, entre otras cosas, hace que siga indefinidala posibilidad de concretar la centenaria muestra del campo que debería comenzar en menos de 20 días. Es que, aparentemente, fue tan extrema la decisión de Gallardo que permitió recusarlo nuevamente (ya le había sucedido lo mismo en otra causa anterior con la SRA, que preside Luciano Miguens), y ahora hay nuevo magistrado en el asunto; éste todavía no se pronunció sobre la autorización que permita comenzar los complejos trabajos de montaje de la atractiva exposición «del campo en la ciudad», y a la que asisten productores, la mayoría ganaderos, de casi todo el país, además de cantidad de visitantes del exterior.

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