La soja cae más, y suben los fletes internacionales
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Suba de fletes por mayor demanda china complica el panorama para la soja en el mundo.
1. El escenario productivo en Brasil y en nuestro país se va definiendo de modo satisfactorio. Hubo lluvias esperadas (y necesarias) en el sur del Brasil y en varias regiones de nuestro país. El IBGE estima ahora una cosecha brasileña de soja de 63,43 mill./t. Resta esperar que el clima de febrero confirme o no las predicciones del USDA que nos hablan de una campaña de 64,5 mill./t para Brasil y otra de 39 millones en nuestro país, ambas bastante optimistas.
2. Existe la posibilidad de que el ritmo de compras chino decrezca en los días venideros debido a la llegada del nuevo año lunar, que comienza el 9 de este mes.
3. La estacionalidad también indica que ésta no es la mejor época del año, en términos de precios, para la oleaginosa.
4. Las proyecciones de carryover en los EE.UU. son verdaderamente amplias y un récord de existencias finales en el mundo también debilita las cotizaciones.
6. En general, los mercados lucen bastante sobrevendidos, pero no existe aún ningún disparador que pueda revertir la tendencia. La confirmación de buenas cosechas en el Hemisferio Sur podrían llegar a deteriorar aun más las ya alicaídas cotizaciones. Por el contrario, los elementos que a esta altura podrían ser constructivos para los precios se encuentran estrechamente vinculados con lo que pueda acontecer en esta parte del mundo en términos de rendimientos.
7. Los precios de los fletes internacionales han comenzado a subir de nuevo, de la mano del alza reciente del crudo y la mayor demanda por parte de China para transportar fundamentalmente minerales a ese país, afectando los niveles de precios FOB de los países exportadores.
Los precios de los granos han venido decreciendo, con ligeras y poco trascendentes interrupciones, desde hace prácticamente diez meses. Medidas en otras monedas, la caída de las cotizaciones ha resultado ser aun más pronunciada. Así, si las consideramos en dólares constantes, y de acuerdo con el futuro del índice del dólar -que abarca una canasta de monedas que incluyen el euro, el yen, la libra, el dólar canadiense, la corona sueca y el franco suizo-, el maíz cercano cotiza actualmente a solamente u$s 1,63 por bushel, o sea 17% por debajo de los futuros más cercanos del Chicago Board of Trade, resultando ser, además, el precio más bajo en 20 años. También la soja, de acuerdo con esta medición, cotizaría en u$s a 4,30 por bushel, lo que representa 16% menos que las cotizaciones actuales. Este elemento debería permitir al menos sostener relativamente las cotizaciones. Este efecto de precios alicaídos y un dólar relativamente flojo generan un doble beneficio para los países importadores de materias primas.
Durante los días 24 y 25 de febrero se llevará a cabo en Washington el habitual «outlook-» con proyecciones iniciales de siembra en los EE.UU. Se espera un ligero incremento en el área que se dedicará a maíz y algodón en desmedro del área sojera.
Los productores brasileños se enfrentan con el inconveniente de precios flojos en soja, agravados con el encarecimiento de los costos internos de producción, problemas compartidos con sus pares de nuestro país. Claro está que los productores vecinos no sufren la carga adicional de las retenciones. Pero además de estos inconvenientes, la caída libre del dólar contra el real -que marcó un récord de dos años y medio desestimula las ventas aun más. Tal vez por esta razón, los productores brasileños se encuentran tan demorados en su ritmo de ventas de la próxima campaña, alcanzando un nivel de solamente 30%, cuando el año anterior a esta altura este porcentaje alcanzaba 67%.
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