14 de agosto 2025 - 15:51

Lluvias récord revitalizan el trigo y los expertos aseguran que "hace años no se veían lotes así"

El 73% de la región pampeana recibió entre 50 y 300 milímetros más que la media y el 80% del trigo implantado se encuentra en condiciones muy buenas. Esperan una cosecha que podría superar las 20 millones de toneladas.

Las lluvias récord en la región pampeana activan la cosecha de trigo. 

Las lluvias récord en la región pampeana activan la cosecha de trigo. 

Depositphotos

Cuando los mapas de lluvias comenzaron a pintarse de azul intenso durante julio, algo empezó a cambiar en el ánimo de los productores. Lo que parecía apenas una seguidilla de tormentas invernales se transformó en un fenómeno extendido que abarcó al 73% de la región pampeana. En lo que va del año, ese porcentaje del área agrícola recibió entre 50 y 300 milímetros más que el promedio histórico, marcando un punto de inflexión para el trigo.

Florencia Poeta, analista de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), aseguró en diálogo con Ambito que “este excedente de milímetros plantea buenas reservas para el trigo que ya está implantado y también para el maíz 2025/26, que en breve comenzará a sembrarse”. La especialista sostuvo que el panorama cambió de forma drástica en apenas semanas y detalló que “las lluvias de julio sumaron muchos milímetros, y algo también inusual es que llegaron al oeste y algunas zonas del norte del país. Esto, en relación al trigo, tuvo un impacto más que positivo”.

En el pasado, una buena campaña triguera dependía de si llovía en Buenos Aires o en el resto de la región pampeana. Que ambos escenarios se combinaran favorablemente era una rareza. “Hoy estamos viendo algo poco habitual: buena humedad en toda la región”, destacó Poeta. Y recordó que este patrón fue también uno de los factores clave en la campaña récord de 2021/22, cuando el trigo alcanzó los 23 millones de toneladas.

El trigo entra fortalecido a la etapa crítica

Las cifras y los datos aportados por Poeta refuerzan esta visión. Según la analista, "en la región núcleo, localidades como Chacabuco ya acumulan 1.040 milímetros, Bigand 971, y Baradero 955. Son valores que equivalen a la media anual, pero ya se alcanzaron en la mitad del año”. En ese contexto, los cultivos muestran una salud inédita para la época.

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“El 100% del trigo en la región núcleo está en macollaje, y 9 de cada 10 lotes están en condiciones de muy buenas a excelentes. Es una realidad bastante diferente a la del año pasado. Entonces, el agua escaseaba y las heladas ya habían impactado en la condición del cultivo”, detalló la analista.

A nivel nacional, el 80% del área triguera también se encuentra en estado muy bueno. Las estimaciones de superficie sembrada se consolidan en 6,9 millones de hectáreas, de las cuales 1,6 millones se ubican en la región núcleo. Aunque hay zonas con desafíos, como Santiago del Estero —donde la falta de agua genera cultivos regulares—, también aparecen casos sorprendentes en el norte del país.

“En la zona de Chaco, los trigos están muy buenos y los primeros lotes implantados ya están por espigar. Hacía tiempo que no se veían lotes así”, expresó Poeta, destacando el impacto de algunas lluvias puntuales que llegaron a sectores del oeste chaqueño con registros de hasta 120 mm. A pesar de eso, los perfiles empiezan a demandar más agua debido al aumento de la evapotranspiración.

Qué pasa en la zona triguera más fuerte del país

En el tradicional bastión triguero del sudeste bonaerense, la situación también es buena, aunque no exenta de decisiones estratégicas. En este sentido, la experta señaló que “se pensaba que se podían incorporar algunos lotes extras después del 15 de julio, pero los excesos hídricos y los márgenes ajustados para el trigo inclinaron la balanza hacia la cebada y el girasol”. De este modo, la superficie sembrada quedó en línea con lo previsto, sin expansiones.

Más allá del buen estado general, la sanidad del cultivo comienza a requerir atención. “Si bien no hay ningún problema puntual, ya comienzan a aparecer algunas enfermedades en la zona del oeste regional, en el sudeste cordobés. Nos comentan que hay algunas variedades con síntomas, pero nada importante hasta ahora”, aclaró.

Con un escenario climático favorable, técnicos y analistas coinciden en que, si las condiciones acompañan hasta el cierre del ciclo, la producción podría alcanzar —e incluso superar— las 20 millones de toneladas. El cultivo entra a la etapa crítica de octubre con perfiles cargados, buenos manejos y una condición general sólida.

“El trigo está muy bien. Se están realizando las aplicaciones de control, tanto de herbicidas como las fertilizaciones pertinentes, y la condición no reviste ninguna problemática. Al contrario, está fuerte y con buen potencial”, afirmó Poeta ante las consultas de Ámbito.

Mientras tanto, los ojos del sector también se posan sobre el maíz 2025/26. En la región central se espera un aumento del área de entre 15% y 20% respecto al ciclo anterior, impulsado por las reservas hídricas y la pérdida de atractivo de la soja. No obstante, en el norte del país resurgen las alertas por chicharrita: en provincias como Chaco, las trampas instaladas ya muestran poblaciones que superan los 300 insectos, lo que anticipa una presión alta para las siembras tempranas.

El trigo, sin embargo, aparece como el gran protagonista del nuevo ciclo. Con agua abundante, buen arranque y el recuerdo fresco de campañas golpeadas por la sequía, el cereal más tradicional del invierno argentino recupera protagonismo. La campaña 2025 aún tiene mucho por recorrer, pero todo indica que el cultivo llegó a octubre con ventaja.

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