3 de diciembre 2003 - 00:00

Maíz: lluvias no atenúan los efectos de la sequía

Maíz: lluvias no atenúan los efectos de la sequía
Luego de las precipitaciones aisladas que se registraron en las zonas donde peor la estaban pasando por la intensa sequía, se estima que la cosecha a levantarse en abril del año que viene apenas alcance las 11.982.000 toneladas. De esta forma, se confirmaría lo anticipado en exclusiva por Ambito del Campo, marcando la disminución del área dedicada a la siembra del maíz.

Cabe destacar que, además de que se está sembrando 10% menos de hectáreas (2.752.000 contra las 3.058.000 sembradas el año anterior), por otro lado, lo que preocupa es que se dejará una gran cantidad de hectáreas sin cosechar, ya sea porque el clima no lo permite o como decisión propia de cada productor para utilizarlo como alimento del ganado.

Además, la intensa sequía que tiene lugar en gran parte del cinturón maicero hace pensar que los rindes no serán los de otrora; en este sentido, se calcula que el promedio en el país quizá no llegue a sobrepasar los 6.000 kilos por hectárea, cuando el rinde promedio obtenido en el ciclo precedente fue de 6.500 kilos.


También se debe calcular que en muchas zonas, al caer un golpe de agua, los productores salen automáticamente a intentar terminar la siembra, haciéndolo a destiempo, generando así posibles perjuicios en los rindes futuros.

Hasta el momento, se ha sembrado 68% del área prevista. Esto representa un atraso de 17% en relación con el año pasado, cuando ya se había sembrado 85% de las hectáreas (2.599.000 hectáreas). En relación con los precios y con los negocios de exportación, hasta el día de la fecha, se ha vendido al extranjero a nivel país un total de 560.000 toneladas, y los exportadores han comprado 750.000 toneladas de maíz nuevo.


• Precio firme

Es decir que se encuentran con mayor tonelaje comprado que el que tienen vendido (posición larga). Esto nos indica que las firmas exportadoras esperan que los valores del maíz cosecha 2003/'04 se mantengan sostenidos y /o que en algún momento tomen firmeza con picos de aumento de los precios.

Si vemos comparativamente a lo operado el año anterior, los exportadores en su momento habían optado por la posición inversa, habiendo vendido bastante más que lo que habían comprado. En ese momento, se «jugaron» a que los precios iban a continuar igual o incluso que iban a bajar, cosa que ocurrió efectivamente.

Actualmente, los cultivos sufren, en su gran mayoría, estrés hídrico, con acartuchamiento de sus hojas y crecimiento lento y desparejo. Es bastante habitual ver lotes donde las plantas tienen diferentes alturas y evoluciones, con zonas raleadas. Para algunos técnicos, el hecho de que se produzcan precipitaciones a partir de este momento no garantiza ni asegura que muchos cultivos cambien su evolución y mejoren de aquí a la cosecha. Habrá que esperar el preciso momento en que las cosechadoras empiecen a realizar su trabajo. Recién entonces se sabrá la verdad.

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