19 de junio 2002 - 00:00

Se puede aumentar la venta de miel si se le agrega más valor

Desde hace varios años, la Argentina es la tercera productora mundial de miel, detrás de China, que ocupa el primer puesto, y de los Estados Unidos.
Desde hace varios años, la Argentina es la tercera productora mundial de miel, detrás de China, que ocupa el primer puesto, y de los Estados Unidos.
Las extensiones silvestres son cada vez menores en el mundo. Por lo tanto, la producción libre de contaminantes y con garantías de calidad tienen cada vez mayor trascendencia. La certificación es una herramienta de diferenciación para la producción de mieles en la nueva era agroalimentaria. La certificación de productos agroalimentarios es un reconocimiento que se les otorga a aquellas empresas que habiendo adoptado voluntariamente normas o protocolos, producen dentro de requisitos preestablecidos sobre la base de las cuales pueden diferenciarlos.

A su vez, la diferenciación es la clave para acceder a los nichos de los nuevos y potenciales mercados emergentes en el mundo y satisfacer a los consumidores, con productos diferenciados de sabores y características organolépticas propias
.

La miel, principal producto de la colmena, es el único edulcorante natural y uno de los alimentos tradicionales más completos debido a sus propiedades organolépticas y de alto poder energético y nutritivo que posee.

• Crecimiento


La producción y exportación de miel en nuestro país han tenido un notable crecimiento en los últimos años. En la década de 1990 las exportaciones se incrementaron 138%, alcanzando el año 1999 el récord de 90.730 toneladas con un valor superior a los 94 millones de dólares. Hace varios años, el país pasó a ser el tercer productor mundial después de China y los Estados Unidos y en el trienio 1997-'99 fue el primer exportador mundial, liderazgo que siempre mantuvo China.

En el mercado internacional y principalmente en los países de alto poder adquisitivo, progresivamente se comienza a observar una nueva era en la tendencia de la demanda de algunos consumidores que pagan sobreprecios por la compra de mieles especiales. Estas se distinguen por el sistema de producción en orgánicas, o sobre la bases de garantías en niveles de calidad, o por la región geográfica de la que provienen (Ley N° 25.380) o por sus orígenes botánicos.

En la obtención de mieles certificadas se minimizan los efectos no deseados por el uso de medicamentos y se desarrolla con especial énfasis la protección ecológica del medio ambiente, además de garantizar la máxima calidad del producto por medio de la aplicación obligatoria de las normas de las «Buenas Prácticas de Manejo y Manufactura» (BPM) en todo el proceso del apiario, durante la cosecha y principalmente en las salas de extracción, conservando estrictas conductas de higiene para preservar las bondades naturales de un producto destinado a la alimentación humana
. Además se aplica en todo el proceso las normas del sistema de «trazabilidad», un mecanismo fundamental, mediante el cual se puede conocer toda la historia del producto, esto es su origen, estado y destino en cada una de las etapas de la cadena. Esto se hace con el propósito de darle seguridad al consumidor de que es un alimento genuino y de calidad.

El sistema de trazabilidad de los productos es un requisito que los países compradores de alimentos están exigiendo a todos sus proveedores, siendo actualmente la Unión Europea la que lleva la delantera en la importación de estas mieles.

Otro de los aspectos a explorar es la producción de miel
«orgánica», que ocupa un segmento en el mercado de los diferenciados relacionado con el ciento por ciento de su composición natural, sin agregados artificiales y cuya producción respeta al medio ambiente. Por consiguiente, es imprescindible el aislamiento de los apiarios en zonas ecológicamente silvestres o con cultivos orgánicos.

La apicultura orgánica es incipiente en nuestro país, pero a pesar de ello muestra un prominente desarrollo como lo demuestra la información proveniente del SENASA; en el año 2000 la superficie habilitada donde se hallaban instalados los apiarios era de 109.000 hectáreas, existiendo 12.000 colmenas registradas en la provincia de Buenos Aires, Chaco, Córdoba, La Rioja, San Luis y Santa Fe
. La producción, para el mismo año, fue de 179 toneladas de miel orgánica, de las cuales 160 se destinaron a la exportación, en su mayoría (75%) a la Unión Europea.

(*) Técnico del área de Estudios Económicos y Sociales de la Estación Experimental Agropecuaria Pergamino del INTA.

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