4 de septiembre 2019 - 11:37

Cumbre de empresarios pide "previsibilidad" a políticos y reclama reducir la presión impositiva

Alfredo Coto (Supermercados Coto), Carlos Blaquier (Ledesma), Martín Migoya (Globant) y Paolo Rocca (de Techint), entre otros, se congregaron el el Hotel Sheraton de Retiro.

Los empresarios reunidos en AEA compartieron su visión del presente y el futuro del país.
Los empresarios reunidos en AEA compartieron su visión del presente y el futuro del país.
Foto: @Lawsonlat

“Una persona extraordinaria para aguantar todo", así definió Paolo Roca de Techint qué es ser un empresario en la Argentina y de alguna manera verbalizó el pensamiento mayoritario de los principales dueños de empresas que participaron de la cuarta jornada de la Asociación Empresaria Argentina (AEA).

Esta definición fue complementada por Carlos Blaquier de Ledesma al calificar al empresario como “un tomador de riesgos”.

Hubo un consenso importante entre los asistentes: la caída de las ventas, las dificultades por la suba de los dólares aun aquellos que exportan, y las dudas sobre el que vendrá si gana Alberto Fernández.

AEA1.jpg

Al respecto, en este punto hay dos pronósticos, aquellos que creen que la suerte ya está echada para Mauricio Macri y otros que en cambio estiman que el miedo que gobierne nuevamente el kirchnerismo hará que el oficialismo tenga posibilidades.

Ahora en caso de que gane Alberto Fernández las opiniones sobre el futuro de la Argentina hay un temor compartido que apenas asuma comenzará una disputa por el poder. En este punto, están los que piensan que Cristina Fernández de Kirchner querrá gobernar desde la vicepresidencia acompañada de la fuerza de choque de La Cámpora y otros, en particular aquellos que conocen a Alberto Fernández de antes, creen que la pelea será entre el presidente y su vicepresidenta.

“Alberto tiene carácter no va a ser ningún títere”, argumentan para explicar por qué piensan que habrá tensiones. Es que a la mayoría le cuesta imaginar una Cristina tranquila sentada en el sillón del Senado cooperando para garantizar la gobernabilidad del gobierno del Frente de Todos.

Donde no hay grieta alguna es en coincidir con que Argentina otra vez perdió una oportunidad. Se lamentan que el gobierno de Macri se haya equivocado tanto, cuestionan que se cerraron, que se aislaron de todos, rescatan que las puertas de los despachos estaban abiertas pero afirman que “no te escuchaban”.

Rattazzi lo resumió en su exposición: "Iban a eliminar las retenciones, ingresos brutos y el impuesto al cheque. Los tres todavía están. Hay otros impuestos como tasas municipales y provinciales que son desastrosas para la exportación".

Varios de los hombres de negocios contaban que en numerosas oportunidades le hicieron llegar a Macri la necesidad de un cambio de rumbo en materia económica y también que hubiera una apertura con la oposición, “todo fue en vano”, se lamentan.

Temores

Frente a los temores de que un gobierno del Frente de Todos gire hacia políticas populistas varios estimaron que “no será posible” y explican “ya no hay plata, no hay más cajas para usar” en referencia a lo que supo hacer Amado Boudou al utilizar los fondos de las AFJP.

AEA2.jpg

Es por esta razón que la mayoría coincidió en que el próximo Gobierno tendrá que “llamar a todos los sectores para establecer un plan de gestión enfocado en la "previsibilidad, la estabilidad macroeconómica y la seguridad jurídica". Eduardo Costantini, lo expresó con claridad al indicar que parte del problema de Argentina es el manejo de las personas y los grandes desencuentros, sobre todo entre quienes ocupan lugares clave de toma de decisiones.

Por esta causa instó a "buscar un contrato social de largo plazo. Y saber que el exceso de gasto es lo que lleva que cada diez o quince años se defaultee la deuda. Además, se va pulverizando la moneda nacional que lleva a los argentinos a ser los primeros en no creer en la Argentina", señaló Constantini,

Esta necesidad de previsibilidad fue expresado por los expositores como Alfredo Coto (Supermercados Coto), Carlos Blaquier (Ledesma), Martín Migoya (Globant) y Paolo Rocca (de Techint), Eduardo Constantini (Consultatio); María Luisa Macchiavello (Drogería del Sud); Luis Pérez Companc ( Grupo Pérez Companc) y Cristiano Ratazzi (Fiat) quienes se congregaron en el Hotel Sheraton de Retiro.

Una de las palabras más escuchadas tanto en las exposiciones como en el coffee break fue “estabilidad” tanto política como económica requisito imprescindible para poder planificar. La falta "previsibilidad" es lo que impide tener un proyecto de largo plazo en la Argentina, expulsando empresas hacia otros países como India y Colombia, aseveró Migoya.

La educación o la falta de ella también fueron mencionadas como uno de los problemas más acuciantes de la Argentina. Migoya CEO de Globant, dijo que “debemos dejar la educación academicista “y explicó que los “contenidos en solo 18 meses pueden ser obsoletos”.

En tanto, Blaquier señaló que el país debe trazar un plan que apunte a la estabilidad macroeconómica. "Cuando uno analiza los últimos 100 años de historia la inflación fue del 105% anual. Así es imposible", dijo el empresario.

En este marco, pidió un "respeto irrestricto a la propiedad privada, seguridad jurídica, bajo gasto, ataque sin piedad a la corrupción y baja presión tributaria. Indicó que esto es posible lograrlo y puso como ejemplo a Singapur lo logró.

Impuestos e inflación

En el encuentro quedó claro que la inflación, los impuestos “distorsivos” y el control del gasto público están entre los principales problemas de la economía argentina que preocupan a los empresarios de cara al próximo Gobierno.

Macri - AEA.jpg
<p>El presidente, Mauricio Macri, durante su discurso ante empresarios. </p>

El presidente, Mauricio Macri, durante su discurso ante empresarios.

Desde ya Cristiano Rattazzi, recordó que siempre alertó sobre este flagelo: “Este no es un país previsible, las cuentas de la empresas no tienen valor porque se hacen sobre la base de presuposiciones y con ajustes que finalmente luego no se concretan", se quejó.

Asimismo, se quejó de los "costos laborales" y pidió reformas: "No tiene sentido que el obrero mexicano reciba el 85% de lo que le cuesta la compañía en su bolsillo y el argentino reciba apenas el 45% y todo lo otro vaya al Estado".

Luis Pérez Companc, director de las principales empresas del Grupo Pérez Companc, consideró "esto es recurrente, estamos en un círculo vicioso del que no podemos salir. Esto a veces es desmotivante para uno como empresario. Tenemos que buscar esa previsibilidad que hoy no tenemos… En algún momento tenemos que sacar la cabeza de debajo del agua", se lamentó.

Finalmente Paolo Rocca, titular de Techint fue el que dio un mensaje optimista: “El país no va a dar marcha atrás. Soy positivo, pase lo que pase no vamos a dar marcha atrás. Así como hemos incorporado tecnología también incorporamos elementos de institucionalidad”.

El evento fue cerrado por el presidente Macri quién si bien admitió que su Gobierno cometió errores también detalló los aciertos. Los empresarios se pararon y lo aplaudieron de pie en un acto de respeto no de entusiasmo y su alocución no fue aplaudida salvo la mención a la incorporación de Hernán Lacunza (a quién la mayoría rescato su trabajo y manera de comunicar).

En el salón quedó flotando la sensación de que el interés por escuchar a Macri estaba teñido de la impresión de que el gobierno tendrá muchas dificultades para trascender otro periodo.

Dejá tu comentario

Te puede interesar