11 de diciembre 2013 - 15:43

Lanús festeja a lo grande: es el nuevo campeón de la Sudamericana

Lanús y su mejor foto.
Lanús y su mejor foto.
Lanús obtuvo el segundo título continental de su historia, al ganar la Copa Sudamericana 2013, tras derrotar por 2-0 a Ponte Preta, de Brasil, en la segunda final jugada en el sur bonaerense ante casi 35 mil espectadores.

De este modo, el equipo dirigido por Guillermo Barros Schelotto le sacó rédito a la igualdad 1-1 lograda la semana pasada, en San Pablo, en el primer encuentro decisivo.

Una patriada del paraguayo Víctor Ayala, a los 24 minutos, y una corrección de Ismael Blanco, a los 48, ambos en la primera etapa, le dieron la victoria al conjunto del sur bonaerense.

De este modo, Lanús arribó a lo más alto del fútbol continental, al igual que lo ocurrido en 1996, cuando el elenco dirigido en aquel entonces por Héctor Cúper se apoderó del título de la Copa Conmebol, tras superar en la final a Independiente Santa Fe, de Colombia.

De principio a fin, el elenco argentino evidenció seguridad y autoridad, actitud para quedarse con el triunfo. Ordenado en el fondo, con una zaga (Paolo Goltz-Carlos Izquierdoz) que jamás se complicó, con un mediocampo (Ayala-Leandro Somoza-Diego González) que se mostró solidario y criterioso para jugar, al equipo local le bastó y sobró.

El primer cuarto de hora fue el único segmento que mostró algo de equilibrio. A partir de los 20 y con la tarea superlativa de Ayala, el conjunto local empezó a inclinar la balanza.

A los 23, un remate cruzado de Blanco fue el preanuncio de lo que vendría 60 segundos después. Porque, a los 24, una muy buena maniobra colectiva urdida entre Ayala y Blanco le permitió al mediocampista paraguayo conectar casi bajo la misma raya del arco y decretar la apertura de la pizarra.

Siguió insistiendo Lanús y estuvo cerca del segundo, con un tiro libre de Goltz que atrapó el arquero Roberto.

Y casi por decantación, la diferencia se amplió ya en tiempo de descuento, cuando Blanco, tras un corner y un posterior cabezazo del uruguayo Silva, le puso la punta del botín al envío.

En la segunda etapa no hubo modificaciones sustanciales. Porque los brasileños apostaron a cambios audaces (volante por defensor, delantero por mediocampista), pero el aporte de Ferrugem fue inconstante.

Entonces, Lanús, con el simple argumento de intentar conservar la pelota, fue más. Así y todo tuvo sus chances para aumentar las cifras, con un cabezazo de Blanco, con un remate desde fuera del área de Diego González. Pero las cartas ya estaban echadas.

Entonces, con el delirio de su gente, con ese cántico que ya promete convertirse en símbolo ("...que de la mano de los mellizos, todos la vuelta vamos a dar..."), el local logró el título y va por más.

Porque el domingo tendrá la chance de ganarle a Newell's por la última fecha del Inicial y, tal vez, dirimir el título con Vélez o San Lorenzo. Será un premio doble, hasta hace unas semanas inesperado.

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