El entrenador de Leicester, Claudio Ranieri, le prohibió a sus dirigidos comer hamburguesas luego de los partidos. Si bien se trataba de una cábala que funcionó a la perfección con el equipo campeón, el italiano ahora quiere cuidar la forma de sus dirigidos, que pelean por no descender.
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Desde la temporada 2015-16, donde se coronó campeón de la Premier League rompiendo todos los pronósticos, el plantel del Laicester come hamburguesas de pollo post partidos. Ahora, Ragneri le pidió a sus dirigidos que cambien de hábitos y empiecen a ingerir pastas.
La drástica decisión se debe al pésimo presente del equipo, que se ubica un punto por arriba de la zona de descenso. El presente en la liga es muy malo y los jugadores no rinden como antes.
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