22 de abril 2020 - 00:00

Bonistas esperan conocer el plan económico y una mejor oferta

Los acreedores rechazaron de plano la oferta del Gobierno. Pero según el mercado "las posiciones se encuentran lejanas, aunque los puentes no están rotos".

Los bonistas también plantean otras cuestiones de fondo y  señalan que es necesario “conocer los números del plan económico”.

Los bonistas también plantean otras cuestiones de fondo y  señalan que es necesario “conocer los números del plan económico”.

Foto: Empresarioweb

Los acreedores externos recibieron la oferta argentina de reestructuración de la deuda soberana con un rechazo generalizado, pedidos de aclaraciones - y sobre todo de mejoras -. La respuesta inicial del Gobierno fue mantener los términos de su propuesta, de donde “las posiciones se encuentran lejanas, aunque los puentes no están rotos”, según se analiza en el mercado.

La diferencia es marcada cuando se realiza el cálculo teórico de los títulos tras la renegociación. Los bonistas aplican una tasa de descuento de 12%, ejercicio que les permite calcular un valor presente de los papeles argentinos del orden del 30% al 35%, cuando fondos de inversión importantes señalaron que no estaban dispuestos a acordar a una paridad inferior a 45%.

Desde el Palacio de Hacienda se argumenta que la tasa de descuento del 12% es “excesiva” ya que corresponde a una situación de eventual default, es decir precisamente lo que la Argentina quiere evitar. La respuesta de los fondos es que países con alto riesgo -pero menor que el argentino- como Egipto o Ucrania están rindiendo entre 9% y 10%, de donde no se puede pedir menos a un país con un largo historial de incumplimientos.

Los bonistas también plantean otras cuestiones de fondo. Por caso, señalan que es necesario “conocer los números del plan económico” para seguir avanzando en “una negociación de buena fe como plantea el ministro (Martín) Guzmán”. Les resulta sorprendente que el gobierno argentino haya lanzado una oferta “sin dar ningún fundamento sólido sobre cuál es el programa económico que sustenta la oferta”.

Otro tema importante es el no pago por tres años al que aspira el gobierno argentino, un período que es rechazado por los acreedores. En general se considera que será “muy difícil” llegar a un acuerdo si el país no realiza algún pago en un plazo menor o al menos capitaliza los intereses por el período de gracia.

Un importante analista internacional formuló a Ámbito el siguiente comentario: “los bonistas tendrán la posibilidad de litigar en Nueva York, allí la tasa compensatoria es de 9%, es decir que en un hipotético default de los u$s66.000 millones que intenta renegociar la Argentina, significaría unos u$s6.000 millones de intereses por año, de donde creo que los bonistas le van a preguntar al gobierno: ¿entre cero y 6.000 millones, cuánto querés pagar?

Lo concreto es que la Argentina se embarcó en una negociación compleja y contra reloj. En este sentido, una preocupación de los analistas es que bastaría con que no se llegara a lograr la mayoría necesaria en un solo título para que se complique toda la renegociación.

Con todo, los optimistas recuerdan que la vocación de la Argentina siempre fue cumplir, como quedó demostrado a último momento en el título que pagó la provincia de Buenos Aires a comienzos de febrero pasado. Y además, los bonistas han declarado públicamente que están dispuestos a negociar. La moneda está en el aire.

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