Con el fin de mejorar la recaudación tributaria, en especial la proveniente de los Impuestos a las Ganancias y a los Bienes Personales, el gobierno suspendería el convenio de doble imposición vigente desde 1979 con Austria.
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Debido a que este tipo de acuerdos se renuevan automáticamente cada año, si algún país quiere abandonarlo debe comunicar a su par la decisión antes del segundo semestre del año. De lo contrario, el convenio de doble imposición continúa rigiendo para el próximo ejercicio fiscal.
Esto explicaría la urgencia oficial por informarles a las autoridades diplomáticas austríacas que la Argentina suspende el convenio celebrado a fines de los 70, que fue ratificado por el Decreto Ley 22.589.
Amparados en este convenio, los inversores locales que adquieren títulos valores del gobierno austríaco no afrontan el pago de los tributos locales a las Ganancias y a los Bienes Personales que recauda la AFIP de Claudio Moroni. A cambio, deben pagar los impuestos austríacos. Sin embargo, desde la esfera oficial argumentan que los inversores no sólo no pagan los impuestos locales, sino que tampoco concretan los austríacos.
En los últimos meses el flujo de inversiones hacia colocaciones financieras austríacas de parte de inversores y empresas locales habría registrado un aumento importante frente al creciente nivel de incertidumbre. Para estos bonos austríacos, que son calificados como Triple A (bajo riesgo) y que rinden en euros aproximadamente 3,5% anual (apenas 0,5% más que su par estadounidense), la exención impositiva es la que potencia el retorno real que prometen estos activos, que, según los operadores, puede significar alcanzar ganancias 50% superiores a las de los bonos del Tesoro de EE.UU.
Frente al cúmulo de inversiones detectadas en bonos austríacos de parte de residentes argentinos, el gobierno planea apoderarse de parte de la renta que esos activos generan. Cabe señalar que según la doctrina tributaria, estos convenios pueden quedar sin efecto bajo la derogación de una ley, por lo que el Congreso debería sancionar la suspensión. Se especula con que el apetito fiscal de la administración Kirchner recurra a un Decreto de Necesidad y Urgencia. Por las dudas, algunos ya comenzaron a redireccionar sus tenencias hacia otros mercados.
Los convenios de doble imposición establecen que los intereses que provean los instrumentos de renta financiera cuyo capital pertenezca directa o indirectamente, total o mayoritariamente, al gobierno federal de un Estado contratante estarán exentos de imposición en el otro Estado contratante en el caso de Ganancias, a lo que se adicionó luego el caso del Impuesto a los Bienes Personales.
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