31 de julio 2008 - 00:00

Cambian los Kirchner: sube la luz, después el gas, fin a subsidios

Lo que se prometió en gestión de Néstor Kirchner y no se cumplió ayer tomó otro perfil: subieron las tarifas eléctricas hasta 30% para residenciales de mayor consumo, mínimo oxígeno para las cuentas públicas y primera señal del gobierno cristino de que tal vez en la Argentina tenga sentido invertir (anticipado por Ambito Financiero el pasado lunes 21). Aun con tardanza, se disipa el humo confuso de que los Kirchner nunca habían corregido tarifas en Santa Cruz y de que, si no las habían incrementado en su mejor momento político, menos se iban a atrever a hacerlo ahora, cuando se les esfumó la popularidad. Pero hubo decisión a pesar de un plan atribuido a Guillermo Moreno para no alterar el esquema de precios de los servicios públicos. Saludable económicamente la medida, aun con la estúpida -pero nunca descartada- versión de que este aumento es una forma de castigar a la clase media que vota en contra del oficialismo y cacerolea a favor del campo. Ya que, también, cierto "criterio social" imperó para no aplicar subas a los consumos de entre 300 y 650 kilovatios que, inicialmente, estaban incorporados a los cambios. Para la mandataria, esto puede ser parte de su relato de la "redistribución del ingreso", aunque en verdad lo que sucedió ayer es un ortodoxo avance al ordenamiento de los números públicos. Más si, progresivamente, continúan estos ajustes cada dos meses -como se supone-, también se atiende a las generadoras (sólo vale hoy para distribución), se cambia el cuadro del gas (con precios absurdos que van de dos a 19 dólares, según a quien se compra y se vende) y también el del transporte. Se insinúa un cambio, iniciático tal vez, para contener la espiral de los subsidios que en el último año han crecido exponencialmente, de discrecional utilización, a los cuales casi alegremente prometió ayer eliminar el ministro Julio De Vido. Freno parcial a la demagogia, entonces, una mirada más seria sobre los riesgos energéticos (se supone que habrá menos desenfreno del consumo) y un guiño a quienes parecían convencidos de que invertir en la Argentina de los Kirchner constituía no sólo una inutilidad, sino un grave perjuicio. También se indica con esto que los hombres importan poco cuando se aplican determinaciones sensatas.

Cambian los Kirchner: sube la luz, después el gas, fin a subsidios
Después de seis años, el gobierno decidió descongelar las tarifas eléctricas domiciliarias, y aplicará aumentos de hasta 30% al segmento de la población que más consume (o sea, se supone, los de mejor posición económica). La medida alcanza a cerca de 25% de los hogares clientes de las distribuidoras Edenor, Edesur y Edelap.

El incremento -retroactivo al 1 de julio- se aplicará sobre los medidores que registren consumos superiores a los 650 kw por bimestre, que son poco más de un millón entre el área metropolitana y el Gran La Plata.

Además, se le aumentará la luz sólo 10% a los clientes no residenciales (comercios e industrias), también con retroactividad al 1 de julio, «en reconocimiento al esfuerzo realizado por los grandes consumidores para usar racionalmente la energía, y también para mantener la competitividad de la economía», según afirmó ayer el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, al anunciar la medida.

¿A quiénes y en cuánto afecta la suba?

  • quienes consuman entre 650 y 800 kw/ bimestre, 10% de aumento;

  • entre 800 y 900 kw, 15%;

  • entre 900 y 1.000 kw, 20%;

  • entre 1.000 y 1.200 kw, 25%;

  • quienes superen los 1.200 kw bimensuales, 30%. Este segmento representa cerca de 10% de los clientes residenciales.

    Según fuentes del sector, a Edenor los aumentos le representarán un ingreso adicional de $ 160 millones; a Edesur unos $ 140 millones y para Edelap, de aproximadamente $ 25 millones. Buena parte de esos montos deberán destinarse al pago de aumentos salariales, y el resto a cumplir con los planes de inversión comprometidos. De ahí que De Vido haya mencionado ayer que el Estado se ahorraba $ 300 millones en subsidios a las eléctricas. En realidad, se trataría de «ahorros virtuales» porque las distribuidoras no están alcanzadas por ningún beneficio de la caja oficial.

    El anuncio hecho ayer por De Vido constituye el primer desvío de la política de subsidios a las tarifas de servicios públicos que viene aplicando el gobierno de los Kirchner desde su asunción. De hecho, el propio De Vido arrancó su discurso explicando que la suba en el costo de la electricidad para los hogares que más consumen «tiene como objetivo eliminar e impedir la aplicación de nuevos subsidios al consumo de energía eléctrica».

    La frase disparó las esperanzas de operadores de otros servicios, como el gas o los peajes de los accesos, pero el funcionario se encargó que -al menos en el caso del gas- de aclarar que no estaban alcanzados por el aumento.

    El incremento tarifario evitará entonces que el Estado desembolse unos $ 120 millones anuales sólo para que las eléctricas puedan pagar los aumentos salariales pactados con los gremios cercano a 20%. La masa salarial combinada de las tres empresas ronda los $ 600 millones anuales.

    La medida le había sido adelantada a los ejecutivos de Edenor el martes, en ocasión del viaje de la presidente Cristina de Kirchner a Salta para inaugurar una turbina de la Central Güemes, propiedad de Pampa Energía (controlante de esa distribuidora eléctrica). También en conversaciones informales con altos ejecutivos de las otras dos empresas del sector.

  • Pendiente

    Cabe recordar, sin embargo, que todavía está pendiente la ya célebre «RTI» (Revisión Tarifaria Integral), pactada en 2005 entre el gobierno y las distribuidoras. A pesar de haber sido convenida en octubre de ese año, recién en febrero de 2007 el entonces presidente Néstor Kirchner firmó el decreto convocándola, al tiempo que concedía un aumento de 15% para todos los consumidores no residenciales.

    La convocatoria, sin embargo, pasó para febrero de 2008, pero a la demora inicial se le sumó el conflicto con el campo, lo que hizo que el gobierno tomara ayer el camino intermedio: un aumento a cuenta de lo que se negociaría, en principio, en febrero de 2008.

    «En realidad no es un aumento a cuenta: están reconociéndonos el MMC ( mecanismo de monitoreo de costos), un mecanismo de ajuste quinquenal ya previsto en el contrato de concesión, que nunca se aplicó. El aumento de ayer reconoce el MMC del período mayo 2006/marzo 2007, o sea tres trimestres», dijo a este diario un alto ejecutivo de una de las tres distribuidoras.

    «Cuando finalmente se concrete la RTI, se plantearán cuáles serán nuestras inversiones de acá a cinco años, qué gasto de personal tendremos, qué calidad de servicio queremos dar, y el Estado dirá: para eso, hace falta subir la tarifa equis por ciento», agregó la fuente.

    En relación con la pelea con el agro, no parece casual que el gobierno haya decidido aumentarles la luz a los sectores que salieron con sus cacerolas a apoyar a los productores agrícolas, pero también podría leerse la medida como una admisión de los problemas de caja que ya está teniendo el sector público. En esta línea podría ubicarse la explicación dada por De Vido, quien dijo que las tarifas del área metropolitana «son 294% más baratas que -por ejemplo- en la provincia de Santa Fe». Las tarifas residenciales del AMBA no habían sido «tocadas» desde el fin de la convertibilidad.

    «El aumento es sólo para los que más consumen, tomando en cuenta dos parámetros: redistribución de la riqueza y uso racional de la energía», aseguró. También dijo que por 650 kw/bimestre una familia porteña paga $ 59, en Mendoza $ 110 pesos, en La Pampa $ 142, en Córdoba $ 159 y en Santa Fe $ 174.

  • Eliminación

    El ministro también anunció que «se eliminarán los premios pero no los castigos para los consumos mayores a los 1.000 kw por bimestre», que según una tabla distribuida ayer representa cerca de 15% de los clientes residenciales.

    Es aproximadamente el mismo porcentaje de los hogares que están «en el límite» de un lado y del otro, o sea que consumen poco más o poco menos de los 650 kw que es el piso para el aumento. Los hogares que están debajo del límite representan cerca de 50% del consumo domiciliario.

    Tanto Edenor como Edesur tienen planes de inversión cercanos a los u$s 100 millones para este año, a pesar de que ambas empresas estaban con flujo de caja negativo. El aumento será un respiro, entonces. El ministro De Vido, como suele hacer ese gobierno, reiteró que las eléctricas invertirán $ 6.000 millones en los próximos diez años, y mencionó en ese plan de inversiones algunas que ya están hechas y otras cuya construcción está a punto de culminar, como las de varias subestaciones transformadoras.
  • Dejá tu comentario

    Te puede interesar