18 de junio 2025 - 13:18

Carne en alerta: advierten subas de precios por falta de hacienda y repunte del consumo

La Mesa de las Carnes alertó por el bajo stock bovino, la ociosidad industrial y el riesgo de aumentos si mejora el poder adquisitivo. Reclaman incentivos y reformas impositivas.

El sector ganadero argentino enciende las alarmas: la falta de hacienda, la recuperación del consumo y la pérdida de competitividad frente a Brasil podrían disparar el precio de la carne en el segundo semestre de 2025.
El sector ganadero argentino enciende las alarmas: la falta de hacienda, la recuperación del consumo y la pérdida de competitividad frente a Brasil podrían disparar el precio de la carne en el segundo semestre de 2025.
Mariano Fuchila

En vísperas de la segunda mitad del año, la industria cárnica argentina encendió una señal de alerta que preocupa a productores, frigoríficos y consumidores: una combinación de factores —caída del stock ganadero, escasa oferta de hacienda terminada y expectativas de recuperación del consumo interno— podría derivar en fuertes aumentos en el precio de la carne vacuna.

La advertencia surgió durante un encuentro convocado por la Mesa de las Carnes, donde representantes del sector analizaron la situación crítica que enfrenta la cadena. Según datos recientes, el stock bovino nacional cayó a 51,6 millones de cabezas, lo que representa una pérdida de casi 2,6 millones de animales en los últimos dos años, producto de una prolongada sequía y ventas forzadas.

Recomposición salarial, consumo en alza y riesgo inflacionario

“Si este año se consolida la recomposición salarial, es probable que aumente el consumo interno —que representa el 70% de la producción— y no tendremos animales suficientes para responder a esa demanda. Eso también puede disparar los precios”, advirtió Sebastián Bendayán, gerente de la Cámara de Frigoríficos de Santa Fe (Cafrisa).

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En mayo, el consumo de carne mostró una leve recuperación, alcanzando los 49,5 kilos por habitante al año, aunque sigue por debajo del promedio histórico. El dato contrasta con el registro de 2024, cuando el consumo anual tocó uno de sus niveles más bajos en más de un siglo: 47,7 kilos por habitante, el segundo peor desde 1914.

Producción estancada y desincentivos al productor

Desde el sector advierten que el problema no es solo coyuntural, sino estructural. “En 1978, con 25 millones de habitantes, había 50 millones de cabezas. Hoy somos 46 millones y seguimos con el mismo rodeo”, subrayó Ernesto Lowenstein, de la Unión de la Industria Cárnica Argentina (Unica). Según su visión, la falta de crecimiento del stock ganadero refleja una ausencia de políticas de incentivo y previsibilidad para el productor.

Miguel Jairala, del Consorcio de Exportadores ABC, aportó otro dato inquietante: “El stock bovino actual es el más bajo desde 2012”. A eso se suma la ociosidad industrial, con frigoríficos que operan con márgenes mínimos y menos faena por la falta de hacienda terminada.

Competencia desleal y pérdida de mercado externo

El impacto también se siente en el frente externo. Jairala remarcó que Argentina perdió participación en el mercado chino —destino del 60-65% de las exportaciones— frente a competidores como Brasil, que opera con menores costos. “Pagamos entre un 25% y 30% más por los animales que nuestros pares brasileños. Eso erosiona la rentabilidad y afecta la competitividad”, explicó.

Además, desde el sector reclamaron reformas fiscales que permitan reactivar la inversión. Entre los puntos más urgentes señalaron la revisión del Impuesto a las Ganancias por tenencia y el IVA a las inversiones, dos elementos que desalientan el crecimiento productivo.

carne carniceria

El rol del Senasa y los problemas de trazabilidad

Varios referentes cuestionaron también el estado del Senasa, al que calificaron de “crítico”. Denunciaron falta de personal, escasos recursos y una estructura que no logra cumplir con sus funciones, lo que obliga a provincias como Santa Fe a coordinar controles con entes locales.

Lowenstein fue contundente: “Si la recaudación por servicios volviera al Senasa, hoy tendríamos un organismo más fuerte”. Además, criticó las diferencias en estándares sanitarios entre plantas de tránsito federal y aquellas de competencia provincial o municipal, lo que genera competencia desleal y afecta la calidad de la oferta.

Por su parte, Dardo Chiesa, coordinador de la Mesa Nacional de las Carnes, sostuvo que la pérdida de confianza del productor es clave: “El ganadero viene golpeado, con mercados cerrados o sin rentabilidad. Necesitamos reglas claras para que invierta”.

Con un consumo que podría repuntar, un stock ganadero en mínimos históricos, y una industria con baja competitividad externa, el escenario para la carne en la segunda mitad de 2025 es incierto. El riesgo de aumentos de precios está latente y el reclamo del sector apunta a una misma dirección: previsibilidad, incentivos e inversión sostenida para evitar que una crisis estructural derive en un nuevo salto inflacionario en la mesa de los argentinos.

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