12 de mayo 2021 - 00:01

Gira: el apoyo europeo habilitaría más tiempo para pagar a Club de París

Adhesiones en Europa para que el board vote el nuevo acuerdo con Argentina. Confirma lo negociado por Guzmán en abril.

Alberto Fernández y Pedro Sánchez.

Alberto Fernández y Pedro Sánchez.

Alberto Fernández y Martín Guzmán confirmarán en el viaje que ambos concretan en estos días por Europa, el apoyo casi total de ese bloque para el momento en que el board del Fondo Monetario Internacional (FMI) vote el acuerdo de Facilidades Extendidas con Argentina. Y, eventualmente, también la aplicación de un espacio de tiempo para que el país pague los u$s2.400 millones que se le deben liquidar en la última semana de mayo al Club de París. También habría apoyo para la reducción de intereses aplicando, tal como adelantó ayer este diario, un nivel inferior al 2% anual. Sin embargo, habrá limitaciones. No hay margen para tratar acuerdos a más de 10 años. Ni tampoco intención de discutirlo durante este año. Cualquier planteo de este tipo, quedará para más adelante. Y, eventualmente, dentro de cláusulas que se incluirían en la Carta de Intención negociada por el FMI y los técnicos del ministerio de Economía.

La posición había sido confirmada (y aceptada) por Martín Guzmán en su gira europea de abril, y explicada por el ministro de Economía con detenimiento en su regreso, ya en Buenos Aires. Guzmán le explicó al jefe de Estado que es una utopía pensar en un acuerdo con el organismo que maneja Kristalina Georgieva a más de 10 años; y que no daban los tiempos para que el Fondo modifique su estatuto para crear la figura del Facilidades Extendidas a más plazo. Tampoco había certezas para que haya voluntad real siquiera para escuchar la petición argentina. Esta posición que Guzmán le transmitió al Presidente, está siendo ratificada en cada encuentro que Alberto Fernández mantiene con sus colegas europeos de Portugal y España. Se está replicando en estos días lo que el ministro ya había escuchado en abril, donde los funcionarios europeos que lo escucharon fueron incisivos en conocer la situación argentina y poco condescendientes para aceptar explicaciones sobre política interna, pero todos aseguraron que dada las circunstancias generadas por el covid y la pandemia y la necesidad de mantener al país dentro del juego financiero mundial; llegado el caso habrá voto positivo en el board del FMI.

Ante el panorama el Gobierno hace un nuevo “poroteo” de votos en el board del organismo; y los cálculos afirman que casi el 60% de los estados ya estarían dentro del afirmativo, siempre que Argentina proponga algo que esté dentro del estatuto del organismo. Pero, ante el realismo político, todos estos apoyos no alcanzan. Siempre se necesitará que la administración de los Estados Unidos también vote a favor.

El nivel del 60% se logra contabilizando a los cuatro estados que visitó Guzmán sumando además otros estados clave que, se descarta, también avalarían a la Argentina. Se suman los apoyos de Rusia, China y los países árabes (especialmente los del Golfo Pérsico, con presencia fuerte en el directorio del FMI), además de, lógicamente, toda América Latina y el África. Se confía además que en las próximas semanas se lograrían más consensos con países clave como Canadá y lo que resta de la Unión Europea, con lo que el porcentaje se elevaría a cerca del 70%. Faltaría así conseguir sólo un 10% más para el nivel imprescindible para que una propuesta transgresora para lo que mandan y dictan los estatutos del FMI pueda ser aprobada. Sólo con un mínimo del 85% de los avales se podría autorizar a que los técnicos de línea del Fondo apliquen para el país un plan de pagos por fuera de los únicos mecanismos autorizados por la carta orgánica del organismo: el stand by y el Facilidades Extendidas, ambos en todas sus variables posibles. Como lo que propone el país es una alteración de las normas, sólo una votación de más del 85% podría avalar el pedido, y sólo con el voto de Estados Unidos podría lograrse. Este país detenta el 16,74% de las acciones del FMI, con lo que para lograr la mayoría de 85% es indispensable contar con el aval de la administración de Joe Biden. Sí o sí. Siguiendo una máxima del “albertismo”, “con Biden no alcanza, pero sin Biden no se puede”. Según los números que se hacen en el Palacio de Hacienda, si una llamada de Alberto Fernández lograra este apoyo, el país ya superaría el 85% necesario y llegaría casi al 90% de los votos. Sólo quedaría en duda lo que harían Japón (6% de los votos), los países nórdicos (3,43%) y otros estados europeos, en general y tradicionalmente reacios a apoyar al país (tampoco lo hacían en tiempos de Mauricio Macri).

En el tema votos del board, la situación está marcada de manera clara. Cada estado soberano tiene un porcentaje de votos dependiendo de su PBI; reservas y aportes directos al funcionamiento del organismo con sede en Washington. Cualquier acuerdo normal (stand by o Facilidades Extendidas) es aprobado con un porcentaje mínimo del 70%; pero se necesita mayoría del 85% para planes especiales o alteraciones de la Carta Orgánica. Recientemente esta mayoría fue la necesaria en casos como la crisis griega de 2010 y la de Portugal de 2011.

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