28 de enero 2020 - 00:01

Deuda: Guzmán dejó con dudas a inversores en Nueva York

Ante bonistas, banqueros y empresarios, el ministro de Economía se refirió a la intención del Gobierno de lograr una reestructuración sustentable y habló de "buena fe", pero, según los presentes, no brindó detalles de cuál será la oferta.

Cumbre en Manhattan. Guzmán expuso en un desayuno en el edificio del Consejo de las Américas, con su titular, Susan Segal, como anfitriona.
Cumbre en Manhattan. Guzmán expuso en un desayuno en el edificio del Consejo de las Américas, con su titular, Susan Segal, como anfitriona.

Martín Guzmán tuvo ayer sus primeras reuniones en Nueva York, donde intentó explicarles a bonistas, inversores y empresarios la visión del Gobierno de Alberto Fernández e hizo referencia a la intención de lograr una reestructuración de deuda sustentable. De todas formas, según advirtieron algunos de los presentes al finalizar el encuentro, el ministro de Economía no brindó demasiados detalles sobre el tipo de renegociación que pretende llevarse a cabo ni el sendero de ajuste fiscal que se aspira recorrer.

“Dijo lo mismo que saben todos. No nos dio ningún dato nuevo”, sostuvo uno de los asistentes al encuentro. Otro señaló que “no hubo números, tampoco plazos”. Por su parte, al salir de la reunión, el funcionario lanzó un escueto “nos fue muy bien” a los periodistas que estaban apostados en la puerta del edificio del Consejo de las Américas, en Manhattan. El ministro había sido recibido en la puerta por la titular de ese organismo, Susan Segal. Lo acompañó el representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos.

Según destacaron algunos de los presentes, a Guzmán se lo notó “calmo”, pero prefirió no responder cuando se le consultó por detalles del plan económico del Gobierno de Fernández, “hasta que se estabilice la economía”. Sí adelantó algunos puntos del proyecto de ley que envió al Congreso para recuperar la sostenibilidad de la deuda y se refirió a la “buena fe” del país para resolver el problema. A su vez, reiteró al 31 de marzo como fecha límite para la renegociación. “Plan integral” y “consistencia” fueron algunas de las palabras utilizadas por el funcionario durante su exposición. “La situación de Argentina es crítica, el país enfrenta una profunda crisis de deuda”, repitió Guzmán, a tono con lo expresado en las conferencias brindadas en el país.

Un tema ineludible en el desayuno fue la situación de la provincia de Buenos Aires y la posibilidad de un “efecto contagio” si Axel Kicillof no logra evitar una situación de impago de los u$s250 millones del bono BP21 (ver página 3). Los inversores estiman que un default en territorio bonaerense sería un impacto negativo para la marcha de la negociación nacional. Cuando se le preguntó al respecto, según detallaron los testigos, el funcionario se repitió al pedir “buena fe” y les solicitó a los acreedores “sólo unas semanas” de paciencia.

En la agenda -no oficial- de Guzmán también estaba prevista la reunión con un funcionario del Tesoro norteamericano. La importancia de ese encuentro radica en el peso que tiene Estados Unidos en el directorio del organismo (es el único que tiene poder de veto) y para alcanzar una renegociación favorable de la deuda puede ser trascendental el apoyo del Gobierno de Donald Trump.

Con el Fondo

Hoy, antes de emprender el regreso al país, Guzmán se reunirá con Luis Cubeddu, el jefe de la misión del Fondo para la Argentina: el ministro ya conoce al venezolano (que en noviembre reemplazó al italiano Roberto Cardarelli), con quien ya tuvo un encuentro en diciembre, antes de ser designado al frente de la cartera. También estará presente Julie Kozak, directora adjunta del departamento para el Hemisferio Occidental del FMI.

Será la primera reunión formal que el Gobierno de Fernández tendrá con el Fondo. El próximo encuentro, se especula, será directamente con la titular del organismo, Kristalina Georgieva: se llevará a cabo el 5 de febrero, durante un seminario organizado por el Vaticano en el que tanto Guzmán como la búlgara compartirán escenario.

Argentina tiene un acuerdo por u$s57.000 millones con el FMI, heredado del Gobierno anterior, de los cuales el organismo ya desembolsó u$s44.000 millones. Alberto Fernández dijo desde su asunción que no quiere más dinero y que buscará aplazar los vencimientos porque “es necesario que la economía crezca”.

Durante una entrevista televisiva, el fin de semana el Presidente había señalado que el Gobierno necesita “una definición rápida sobre la deuda”, a la vez que remarcó la necesidad de ser “cuidadosos” durante las discusiones con el FMI y los inversores. “No pierdan de vista que estamos frente a una negociación y, como tal, debemos ser cuidadosos y mantener ciertas reservas”, sostuvo Fernández.

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