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23 de septiembre 2025 - 07:00

Dólar: exasesor de Milei redobla apuesta por la dolarización

Para el economista Emilio Ocampo hubiera sido ideal hacerlo en abril pasado, pero todavía es posible, más aún con el rescate del Tesoro de EEUU. Pero el principal desafío es la vulnerabilidad política del Gobierno y la falta de tiempo.

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La dolarización, una idea que sigue vigente para un exasesor de Milei.

Depositphotos

El exasesor económico del Presidente Milei y que fuera nominado para hacerse cargo del Banco Central (BCRA) en plena campaña electoral del 2023, Emilio Ocampo, vuelve a la carga con la idea de dolarizar la economía como salida al entuerto en el que todavía está el Gobierno libertario. Es más, sostiene que la ayuda financiera de Estados Unidos permitiría llegar a las elecciones y en caso de un resultado favorable sería el momento para avanzar en la dolarización.

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Según Ocampo la idea de que hace falta tener dólares suficientes para respaldar toda el M3 en pesos (o al menos el M2) para dolarizar es errónea, y como “puntualizó el Nobel Thomas Sargent hace más de cuarenta años, la convertibilidad de un papel moneda emitido por un Estado depende más de su credibilidad fiscal que de la cantidad de reservas en el banco central”. “Bajo una dolarización, el único pasivo monetario que potencialmente debe ser cancelado es la circulación monetaria en poder del público, que, al 19 de septiembre, al tipo de cambio oficial, equivalía a u$s15.000 millones (2,2% del PBI), pero como he señalado varias veces esta cancelación sería gradual y voluntaria y podría tomar dos años o más como fue en el caso de El Salvador”, señala el economista. Tras explicar una por una las interpretaciones y los mantras que rodean la idea de la dolarización y refutarlos, Ocampo detalla los ejemplos de dolarización de Ecuador y de El Salvador, destacando que en ambos casos no tenían reservas internacionales equivalentes al M3 al momento de dolarizar.

En cuanto al tan temido “roll-over” de la deuda en pesos del Tesoro, la dolarización no lo pone en peligro, sino que lo facilita, sostiene Ocampo. “El problema cuasi-fiscal en la Argentina, es decir, la creación endógena de dinero por el devengamiento de los intereses de la deuda pública, es esencialmente un problema monetario, y existe porque cuando hay incertidumbre con respecto al valor futuro del dólar, el mercado agrega una prima de devaluación a las tasas de interés que hace que la deuda tenga una trayectoria insostenible”.

Justificada la factibilidad de dolarizar, Ocampo señala que, al anunciarse la dolarización, se fija un tipo de cambio cercano al que equilibra el mercado, preferiblemente por encima para que sea expansiva. “Si el BCRA decidiera ''regalar' dólares, la gente se los va a llevar. Que haya o no exceso de demanda de dólares dependerá de la paridad fijada”.

La receta para dolarizar

Entonces, cómo se puede dolarizar. La receta de Ocampo es la siguiente:

Bajo un acuerdo con EEUU, esta es la suma que se depositaría en la cuenta “escrow”. “Asumiendo una tasa de interés equivalente a 4% significaría ingresos anuales de casi u$s1.000 millones para el Gobierno Nacional. Al mismo tiempo, la Argentina recibiría de EEUU la suma equivalente que serviría para retirar los pesos en circulación cuando fueran presentados para su canje, que al tipo de cambio actual equivalen a u$s17.500 millones”, sostiene Ocampo.

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Emilio Ocampo, exasesor de Javier Milei.

Para Ocampo, no se necesita una ley para dolarizar

En cuanto a su legalidad, el economista señala que no sería necesario una ley para dolarizar, ya que bajo el formato propuesto sería perfectamente constitucional. “Un DNU del Poder Ejecutivo le daría curso legal al dólar y fijaría a la paridad de conversión (obviamente, el riesgo de esta estrategia sería mayor si el Congreso aprueba la modificación al régimen de DNU). El peso seguiría teniendo curso legal y seguiría circulando. La Secretaria de Hacienda procedería a re-denominar toda la deuda denominada en pesos a dólares. Tampoco sería necesario, aunque sí conveniente, eliminar de inmediato las restricciones cambiarias aplicables a personas jurídicas. Todos los pasivos del BCRA se transferirán al Gobierno Nacional”.

Por su parte, el BCRA anunciaría que no emitiría más pesos (la base monetaria en pesos quedaría congelada ad eternum) y establecería el dólar como la unidad de cuenta del sistema bancario. La gente podría canjear libremente sus pesos por dólares al tipo de cambio fijado sin pagar comisiones. Todas las transacciones bancarias se realizarán en dólares. Los pesos depositados en los bancos automáticamente se canjearían por dólares. Los pesos seguirían circulando en la economía para transacciones en efectivo. Durante seis meses todos los precios deberían expresarse en ambas monedas al tipo de cambio fijado. Aquellas previamente pactadas en pesos se convertirían a dólares a la paridad fijada. Este esquema se basa en la experiencia salvadoreña. Más adelante se procedería con una reforma bancaria por ley del Congreso para convertir al BCRA en una superintendencia de bancos y rediseñar el esquema de funcionamiento del sistema bancario para evitar que un futuro gobierno use a los bancos para financiar sus déficits.

“Es evidente que los riesgos de ejecución de esta estrategia han aumentado significativamente por los eventos de las últimas semanas. La pregunta es: ¿en las actuales circunstancias hay alguna otra estrategia que tenga mejores chances de éxito? La ayuda financiera de Estados Unidos permitiría llegar a las elecciones y en caso de un resultado favorable sería el momento para avanzar”, concluye Ocampo.

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