Luego de un comienzo de año marcado por la prudencia fiscal, el Gobierno prepara un colchón de recursos para intentar evitar una disrupción monetario-cambiaria en la temporada de elecciones. Así lo señaló un informe de la consultora Ecolatina que analizó la reciente medida de encajes del Banco Central que habilitó a los bancos a migrar tenencias en Leliq a títulos de deuda del Tesoro a entre seis y quince meses de plazo.
Ecolatina: "Evitar una disrupción monetaria"
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El reporte afirmó que la cautela hizo que el déficit primario en el primer cuatrimestre se asemeje al de 2018 pero que, pese a eso, la incertidumbre por la pandemia y la situación financiera generan dudas “sobre la sostenibilidad de un Estado sobre-endeudado y su capacidad de financiarse sin apelar a la ‘maquinita’”.
En ese sentido, Ecolatina planteó que la reciente regulación garantiza una fuente de financiamiento para el fisco. Y consideró que no necesariamente implica un giro expansivo de la política oficial. “Esperamos que los montos desembolsados por la autoridad monetaria para cancelar Leliq reduzcan la necesidad de transferencias directas al Tesoro, por lo que la medida sería neutra en términos de cantidad de dinero. Si lo miramos desde la perspectiva del costo del financiamiento, incluso podemos decir que es contractiva, ya que representa un aumento de la tasa que reciben los bancos por los encajes (no sólo las Letras del Tesoro tienen un mayor rendimiento, sino que además no están gravadas por ingresos brutos)”, sostuvo. Pese a que la contrapartida sería una mayor exposición al riesgo soberano por parte de los bancos, la consultora consideró eso se ve minimizado porque “llegado el caso sería mucho menos costoso pagar los vencimientos con emisión monetaria que generar un incumplimiento para con los ahorristas” y porque la medida es voluntaria, con lo que la decisión es de los bancos.
Pese a que en la primera licitación del Tesoro con la nueva regulación el Gobierno consiguió ocho veces el monto que había salido a buscar al mercado, el saldo contractivo de las Leliq a lo largo de la semana no permite evaluar en fino el primer impacto de la medida. “En cualquier caso, el desempeño de la norma deberá seguirse en un plazo mayor de tiempo, y el verdadero test se verá en el bimestre julio-agosto, cuando los vencimientos en pesos se incrementan significativamente”, afirmó Ecolatina. Y agregó: “En definitiva, la nueva medida puede leerse como un intento de adelantarse a potenciales dificultades financieras, en un momento donde la cautela domina la escena. El grado de éxito que obtenga en esta tarea aún está por verse”.
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