La tradición indica que los primeros días del mes de enero suelen ser muy beneficiosos para los tenedores de acciones, en especial, para los que guardan en sus carteras participaciones en empresas de tercera línea (pequeñas). Está claro, tras lo vivido en los cinco primeros días del año, que esta vez la tradición podría ser violentada. ¿Cómo categorizar si no el desplome de 5,9% sufrido por el índice Russell 2000? La palabra temor es una que debe ser empleada con mucha mesura, pero es claro que el comportamiento de los inversores en estos días si no la refleja, al menos habla de una extrema prudencia. Es así como los tenedores de acciones prefirieron "devaluar" el valor de los papeles tecnológicos (el NASDAQ cayó 4%), algo menos el de las 500 empresas más grandes que cedieron 2,1%, y un poco menos todavía las "blue chips" que según el Promedio Industrial perdieron 1,7% al quedar en 10.603,96 puntos. Pero esta huida no sólo se centro en las acciones, sino que se amplió a los papeles detenta fija, según lo demuestra el ascenso que se vivió en el costo del dinero, que de 4,22% en que cerró el ultimo día de 2003 (para los treasuries a 10 años), trepó a 4,28%. Motivos para explicar esto hay muchos, por ejemplo, el repunte en el precio del petróleo que de u$s 43,35 por barril trepó a u$s 45,43. Los más supersticiosos hablan, en cambio, del efecto poseleccionario.
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Curiosamente, el dólar ha ido ganando rápidamente terreno pasando de 102,56 yenes a 104,78 yenes y de u$s 1,3563 por euro a u$s 1,3055. Es claro que el año no arrancó como les hubiera gustado a muchos. Pero éste es el componente que hace justamente que existan los mercados. Informate más
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