17 de septiembre 2020 - 00:00

El IPC subió en agosto un 2,7%, impulsado por el rubro alimentos

El índice de precios al consumidor trepó 40,7% en relación al mismo mes de 2019, la cifra más baja en términos interanuales de los últimos dos años. Advierten por una aceleración hacia diciembre.

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La inflación de agosto se ubicó en 2,7%, en línea con lo previsto por el mercado, lo que representó una aceleración de 0,8 p.p. con respecto a julio. Así, la variación interanual registró un incremento del 40,7%, la cifra más baja para un período similar desde septiembre de 2018. En tanto, el acumulado en lo que va de 2020 asciende a 19,9%.

Según destacó el INDEC, la división alimentos y bebidas no alcohólicas subió un 3,5% y fue la que mostró “mayor suba e incidencia”. “Los aumentos observados en Verduras, tubérculos y legumbres; Frutas; Café, té, yerba y cacao; Aguas minerales, bebidas gaseosas y jugos; y Carnes y derivados explican la mayor parte del incremento”, señaló el organismo, que remarcó: “En segundo lugar, se destacaron los aumentos en las divisiones Equipamiento y mantenimiento del hogar (3,5%) y Recreación y cultura (3,3%). En el primer caso, por aumentos observados en bienes para el hogar (muebles, textiles y artefactos) mientras que en el segundo caso incidieron los incrementos en libros, diarios y revistas y juguetes. En ambos casos las subas en electrodomésticos y productos electrónicos también incidieron en los incrementos”.

La categoría Estacionales presentó un incremento del 4%, explicado principalmente por las subas en verduras, tubérculos y legumbres y frutas. Por el contrario, los Regulados treparon sólo un 1%, debido al congelamiento de las tarifas de los servicios públicos y los planes de telefonía celular. El IPC Núcleo, en tanto, observó un alza de 3% en agosto.

Como dato destacado, el INDEC señaló que la división Restaurantes y hoteles (1,9%) “incluyó por primera vez, desde el inicio de las restricciones a la circulación, los relevamientos de bienes provenientes de Restaurantes y comidas fuera del hogar, acompasada por la mayor apertura del rubro en todo el país”.

“El desplome de la actividad a raíz del impacto de la pandemia tuvo su reflejo también en la desaceleración de la inflación: registros del 1,8% promedio mensual entre abril y junio, contra niveles por encima del 3% en los seis meses anteriores. Esta desaceleración todavía equivale a una tasa anualizada del 24% anual, lo que muestra que aún con una demanda débil que no convalide aumentos y con un tercio de la canasta sujeta a un congelamiento, la inercia inflacionaria sigue siendo alta, poniendo un piso elevado de cara a la recuperación que se espera”, analizó la consultora LCG.

De cara a los próximos meses, la firma señaló: “Difícilmente se pueda esperar menores registros de inflación en los próximos meses. Por un lado, empezarán a sentirse las autorizaciones de subas en medicamentos (que habían sido congelados hasta junio), combustibles y determinados precios sujetos al programa de precios cuidados otorgados en los últimos días. Esperamos una aceleración mensual hacia fin de año, consistente con una inflación anual del 37% hacia diciembre”.

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