8 de febrero 2023 - 14:45

Desempleo en Latinoamérica: bajó al 7,2% en 2022

Indica que la recuperación laboral fue fuertemente traccionada por el aumento de las ocupaciones informales. Y que en 2023 los progresos podrían estancarse.

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La tasa de desocupación regional promedio estimada a fines de 2022 fue de 7,2%. Eso implica un porcentaje "significativamente menor" que la de 2019, antes de la crisis provocada por la pandemia de COVID-19, cuando registró un nivel de 8 por ciento. Los datos surgieron de la nueva edición de su informe Panorama Laboral de la Oficina Regional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El informe destaca que esta baja en la tasa de desocupación fue impulsada por la creación de empleo, que en el tercer trimestre de 2022 había recuperado los niveles prepandemia, sumado a una recuperación aún incompleta de los niveles de la tasa de participación laboral, que siguen siendo levemente inferiores a los de 2019.

La Directora Regional de la OIT para América Latina y el Caribe, Claudia Coenjaerts, al presentar el análisis sobre la situación del empleo que se elabora anualmente desde hace 30 años, dijo que la baja de la desocupación "es una noticia positiva en especial tras la crisis de grandes dimensiones que provocó la pandemia".

El informe de la OIT también plantea que más allá de los promedios regionales es importante considerar las situaciones de los países individualmente. En 9 de 15 países la tasa de ocupación aún era inferior al registrado tres años antes, mientras que solo en 2 de 15 países la tasa de participación superaba niveles prepandemia. La tasa de desocupación bajó en 10 de 15 países al tercer trimestre de 2022.

Pero al mismo tiempo destacó que este año esos progresos podrían estancarse. “El escaso dinamismo de la economía pronosticado para 2023 afectará negativamente la generación de nuevos empleos y eso hará que en 2023 la desocupación registre variaciones”, llegando a niveles de entre 7,2% y 7,5%.

El Panorama Laboral destaca que la región es afectada por la conjunción de múltiples crisis a nivel global, como la persistencia de la pandemia o la guerra entre Rusia y Ucrania, y al mismo tiempo enfrenta la perspectiva de un crecimiento económico bajo, las secuelas de una elevada inflación, limitado espacio fiscal y altos niveles de endeudamiento.

Informalidad y calidad de empleo

Coenjaerts dijo que “en este escenario económico el problema laboral más urgente para la región es el de la calidad del empleo y los insuficientes ingresos laborales y totales generados por los trabajadores y sus familias”.

El informe destaca que la recuperación laboral fue fuertemente traccionada por el aumento de las ocupaciones informales, que representaron entre 40 y 80 por ciento de los empleos generados. Aunque en los últimos meses esta tendencia se atenuó a favor de empleos formales, la tasa de informalidad regional ya llegó a 50 por ciento como era antes de la pandemia, aunque en algunos países es mucho mayor.

“La realidad es que una de cada dos personas trabajan en la informalidad, que suele estar acompañada inestabilidad laboral, bajos ingresos, sin protección social”, dijo Coenjaerts.

La Directora Regional también explicó que según estimaciones de OIT “los trabajadores informales tienen entre 3 y 4 veces más probabilidades de ser pobres que los trabajadores formales, a la vez que explican entre 70 y 90 por ciento de la pobreza laboral total”.

Adicionalmente, el informe advierte que los ingresos reales de personas trabajadoras en la región están siendo afectados por una tasa de inflación regional que se habría ubicado por encima del 8 por ciento en 2022 y que causó una pérdida del poder adquisitivo de los salarios medios y los salarios mínimos.

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