El Banco Central (BCRA) terminó este martes de cargar los datos monetarios de la última jornada del mes pasado que muestran que convalidó una expansión monetaria de $ 1,316 billones, llevando el total de la Base Monetaria a casi $ 11 billones. De modo que en el último bimestre el BCRA inyectó en el sistema casi $ 2 billones y más de 3,69 billones desde noviembre pasado. Lo que da una magnitud del embrollo monetario en el que aún está inmerso el nuevo Gobierno.
En enero, el Banco Central emitió $1,316 billones
Entre la sana compra de reservas y otros factores expansivos, el accionar del Banco Central sigue siendo determinante para seguir licuando el exceso de pesos.
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Sin embargo, la licuación de las tenencias de pesos es abrumadora y ello se refleja no solo en la caída sostenida de la Base en términos reales, que alcanzaría a más del 15% en el último trimestre, sino también en el resto de los agregados monetarios. Esto no es otra cosa que el resultado de la estrategia licuadora del Gobierno y la persistente huida del dinero de los agentes económicos acorde con las altas tasas de inflación.
¿Pero qué pasó en enero? Hubo dos factores netamente expansivos que entre ambos explican más de $ 5 billones de expansión de la Base. Por un lado, las compras netas de divisas al sector privado (u$s3.272 millones) implicaron una emisión de $ 2,676 billones que se suman a los $ 2,569 billones por el pago de intereses de la deuda del BCRA. El tercer factor en importancia fue la “canilla” del concepto “Otros” por la cual se inyectaron más de $ 1,531 billones vinculado no solo con las intervenciones del BCRA en el mercado de bonos sino también con el ejercicio de los “puts” que tienen los bancos sobre la tenencia de títulos públicos (son opciones de venta sobre títulos del Tesoro adjudicados a partir de julio de 2022 que brinda una especie de reaseguro por si los bancos quieren desprenderse de esos bonos).
Al observar esto en perspectiva, vale señalar que en el último bimestre por la compra de divisas se emitieron casi $ 4,7 billones, por el pago de intereses casi $ 5 billones y otros casi $ 4 billones por “Otros”. O sea, entre diciembre y enero por estos tres conceptos la Base se expandió en casi $ 14 billones de pesos. Huelgan los comentarios.
Una explicación al accionar del BCRA
¿Cómo hizo el BCRA para no dejar toda esta emisión suelta en la calle? En enero, el Tesoro jugó a favor siendo un factor contractivo en más de $ 1,217 billones producto de la compra neta de divisas por el equivalente a $ 364.500 millones más el aumento de los depósitos oficiales en el BCRA por casi $ 853.000 millones. El resto, fue el esfuerzo esterilizador del BCRA, a través de la colocación neta de Pases pasivos por $ 4,243 billones (colocó $5,725 billones vía Pases y canceló Letras por $1,482 billones). De esta manera, la Base solo se expandió solo un 11% punta a punta y 13% promedio mensual, muy por debajo de la inflación estimada para el mes.
El correlato de todo esto fue el aumento de los Pasivos monetarios remunerados del BCRA, principalmente, de los Pases pasivos cuyo stock acaricia los 30 billones de pesos. En diciembre pasado crecieron en $ 9,450 billones y en enero de este año otros $ 5,725 billones, o sea, en el bimestre más de $15 billones. El stock se duplicó en el bimestre. Si bien la tasa de interés es menor, aún sigue estando en el 100% nominal anual manteniendo esta fuente de creación endógena de dinero. De ahí la importancia de la licuación, pero como advierte la consultora Quantum "sostener esas tasas en un contexto de marcadas incertidumbres pone presiones sobre los tipos de cambio y la inflación o en una caída de los ingresos reales y del nivel de actividad justificadas por mayor restricción de la oferta monetaria”.
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