22 de octubre 2004 - 00:00

Estudian más medidas para frenar capitales golondrina

La suba de la Bolsa y de los bonos de las últimas semanas encendió la alarma del gobierno. El temor radica en que, si se logra reestructurar la deuda, se produzca un fuerte ingreso de capitales del exterior que podría generar un recalentamiento en algunos sectores de la economía. Para evitar el impacto de capitales golondrina, que buscan ganancias rápidas de corto plazo, en el Palacio de Hacienda y en el Banco Central están pensando en instaurar nuevas medidas de control. Así lo anticipó ayer la titular del Banco Nación, Felisa Miceli. Ya están vigentes desde junio de 2003 las restricciones a la salida de fondos por 180 días. Fue una medida adoptada cuando prácticamente no había ingresos de divisas en el país. El gobierno buscaría evitar aumentos artificiales en algunas valuaciones, por ejemplo, en acciones, campos o en el sector inmobiliario. Es bueno que lo haga: al producirse la salida brusca de capitales de corto plazo, sobreviene siempre una depresión.

Felisa Miceli
Felisa Miceli
«El concepto de independencia del Banco Central debe ser flexibilizado y no debe aislar la política monetaria del conjunto de las políticas macroeconómicas. La Argentina debería adoptar un régimen de coordinación entre el BCRA, el Ministerio de Economía y el Congreso, aun sin someterse a sus decisiones.» La frase corresponde a Felisa Miceli, presidenta del Banco de la Nación, durante una conferencia sobre «Análisis del régimen y enfoques alternativos de la política monetaria».

El lugar donde habló Miceli ayer fue poco usual para un integrante del equipo económico de Roberto Lavagna: la Universidad del CEMA, cuyo rector, Carlos Rodríguez, escuchó toda la presentación.

La funcionaria dijo, además, que el gobierno «estudia medidas para regular el ingreso y egreso de capitales extranjeros» y que «el extranjero valora más a un país que sabe decir que no, que a uno que promete y luego no cumple», en referencia a la renegociación de la deuda en default. Un dato sugestivo: Miceli dijo que «en marzo, el panorama estará más claro porque ya debe haberse solucionado la renegociación de la deuda». ¿Se demora el proceso?, fue el interrogante que quedó en el aire.

Puntos destacados

Estas fueron las principales declaraciones que hizo ayer la titular del Banco Nación, que aseguró que «el Nación se capitalizará sólo en la medida en que sea necesario ya que los 1.900 millones de pesos que el Estado nacional debe aportar podría gastarlo en otras causas» (ver texto completo del discurso en www.ambitoweb.com):

• Deben considerarse aspectos que permitan disminuir la vulnerabilidad del país los shocks externos. Sería importante evitar una afluencia significativa de capitales, en particular de corto plazo. Son conocidos los efectos de apreciación monetaria y burbujas especulativas cuando éstos ingresan y los impactos negativos de su reversión abrupta.

Se está estudiando una serie de medidas, por ejemplo cómo se van a regular el ingreso y el egreso de capitales del exterior, para fijar un plazo mínimo de permanencia. Sería a través de controles de capital de naturaleza preventiva para atenuar los flujos de capital, tratando de atraer los capitales de más largo plazo.

• Ciertas restricciones a la libre movilidad de capitales pueden coadyuvar para la implementación de políticas económicas autónomas sin depender del arbitrio del sistema financiero internacional. Para 2005 muchos auguran un significativo ingreso de capitales.

La política monetaria debe aportar a la preservación de un tipo de cambio que permita continuar con una balanza comercial superavitaria y que dinamice la generación de empleo por sustitución de importaciones. El manejo del tipo de cambio puede contribuir a la estabilidad de precios y favorecer, a la vez, la utilización de los recursos disponibles. No estoy hablando de un tipo de cambio fijo sino de uno con cierto grado de fluctuación que a su vez sea alterado por las autoridades para defender su nivel real. Se trata de admitir la flotación de corto plazo que introduzca un nivel de incertidumbre que actúe como barrera desalentadora de los movimientos especulativos de capitales y de sostener una actividad en el mercado de cambios con el objetivo explícito de defender la paridad real. En marzo próximo, el panorama va a estar más claro, porque ya debe haberse solucionado la renegociación de la deuda.

La política monetaria no puede ocuparse sólo del control de la inflación. Debe fijar su mira en la consecución de múltiples objetivos, como el nivel de actividad, la tasa de inflación y el tipo de cambio. Un banco central debe considerar también los efectos de sus políticas sobre los niveles de empleo y no sólo tomarlo como una variable que sirve a los efectos de calcular el PBI potencial y por ende el techo de la demanda efectiva que contribuya al control de la inflación. Múltiples objetivos de política no son algo novedoso sino que es la estrategia central adoptada por la Fed.

Es fundamental mantener la inflación bajo control sin la adopción de políticas que contraigan la demanda agregada. Es importante no tomar el PBI potencial como un límite infranqueable, sino buscar constantemente la ampliación de las capacidades productivas de la economía.

• En lo fiscal, debe mantenerse la responsabilidad, buscando estrategias que sean compatibles con bajos niveles de tasas de interés y senderos de endeudamiento sostenibles.

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