15 de febrero 2008 - 00:00

Examinan Cristina y Lula a Evo por el gas

Luiz Inácio Lula da Silva
Luiz Inácio Lula da Silva
Cristina de Kirchner y Luiz Inácio Lula da Silva discutirán el 23 de febrero en la quinta de Olivos la forma en que se repartirán el gas procedente de Bolivia durante el invierno. Como mediador habrá un invitado especial, el propio Evo Morales, quien el miércoles pasado decidió anunciarles a la Argentina y a Brasil que serán los dos países que deberán discutir la forma en que se distribuyen los envíos bolivianos de gas durante el próximo invierno.

La confirmación de la cumbre del 23 de febrero se concretó ayer, cuando Morales envió el mensaje diplomático que aceptaba formar parte de la reunión de la quinta de Olivos, organizada originalmente como un «desayuno de trabajo», con el tema del gas como eje central. La idea de llamar al boliviano para que participe del encuentro fue del presidente de Brasil, que un día antes hará una visita de Estado por la Argentina (la primera desde que Cristina de Kirchner es presidente) y quiere que sea el propio Morales el que explique la situación energética de su país en vivo y en directo.

Si el visitante del altiplano repite lo mismo que hizo público su gobierno el miércoles, las razones que dará Morales en Olivos serán concretas: Bolivia no contará este año con las reservas necesarias para afrontar la demanda interna y los pedidos de la Argentina y Brasil para afrontar los meses críticos del invierno.

Sucede que Bolivia puede producir en 2008 hasta un máximo de sólo 42 millones de metros cúbicos diarios de gas, cuando la demanda total -la interna más la de sus vecinos- superará inevitablemente los 46 millones de metros cúbicos. Esto es, le faltarán a la Argentina y a Brasil, como mínimo, unos 4 millones de metros cúbicos diarios de gas, y entre estos dos países deberán repartirse esa oferta insatisfecha. La diferencia entre ambos estados en cuanto a la demanda del combustible tiene dimensiones bien diferentes: Brasil recibe entre 27 y 29 millones de metros cúbicos diarios de gas boliviano, mientras que la Argentina obtiene entre 2,5 y 3 millones.

También existen diferencias en el precio que paga cada país: la Argentina abona 6 dólares por millón de BTU (unidad de medida británica) frente a los 4,6 que paga Brasil.

  • Restricción

    Más allá de las explicaciones que pueda dar Evo Morales a Cristina de Kirchner y a Lula da Silva, lo cierto es que ya en febrero desde el Ministerio de Planificación de Julio De Vido deberán empezar a pensarse medidas para restringir en el invierno el consumo interno de gas. Lo único que podría frenar esto sería un período de altas temperaturas (relativas para la época) entre mayo y agosto, que hagan que la demanda de gas no aumente.

    Si esto no sucede y se vuelve a vivir un invierno crudo, podrían tomarse decisiones como las de 2008, como interrumpir la provisión de GNC y restringir el consumo en grandes usuarios e industrias para no afectar a clientes domiciliarios.

    La fecha del encuentro del 23 de febrero fue establecida luego de una visita que el vicepresidente boliviano, Alvaro García Linera, realizó al jefe de Estado brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. En ese encuentro, el funcionario boliviano admitió las dificultades que hubo que superar el año pasado para mantener los envíos de gas a Brasil y a la Argentina.

    La discusión de Olivos se dará, además, en un momento en que la Argentina se apresta a licitar la construcción del Gasoducto del Nordeste que unirá el país con Bolivia.

    La situación será aún más problemática para 2009, ya que el aumento en el consumo de Brasil y la Argentina será de entre 6 y 7 millones de metros cúbicos diarios.

    Mientras tanto, los gobiernos de estos dos países terminan ya de preparar la agenda y las reuniones para recibir a Lula da Silva el viernes 22. El brasileño llega a la noche del 21 y a la mañana del viernes estará en la Casa de Gobierno. Después almorzará en el Palacio San Martín y a la tarde tendrá reuniones con los presidentes de Diputados, Eduardo Fellner, y del Senado, Julio Cobos. Luego irá a la Corte Suprema, será recibido por Ricardo Lorenzetti, y ya prometió que estará con el brasileño el resto de los jueces del tribunal.

    Mientras tanto, los ministros de los dos países tendrán bilaterales particulares, incluyendo una reunión entre el canciller Jorge Taiana y Celso Amorim.

    El listado de temas por discutirese viernes 22 es múltiple. Van desde el demorado proyecto del Banco del Sur hasta la continuidad de las salvaguardias contra la importación de textiles, calzado y artículos para el hogar; pasando por la inauguración de la embajada argentina en Brasilia y alguna financiación del Bandes brasileño para proyectos de infraestructura. En alguno de los encuentros también se hablará de un tema bilateral complejo: el gobierno de Lula da Silva siente que hay algún motivo particular por el cual desde la Argentina se boicotea la posibilidad de que Petrobras haga una oferta concreta e importante por la red de estaciones de servicios de Esso en el país. La petrolera brasileña, de capitales públicos, ya anunció que participará con buenas posibilidades en la compra de las estaciones de la empresa norteamericana en retirada de la región en otros países sudamericanos. Sin embargo, cada vez que se dijo que Petrobras estaba interesada también en la red argentina, recibió desde clausuras en su destilería en Avellaneda hasta declaraciones en la prensa sobre lo bueno que sería para el país que esos despachos de combustible sean administrados por la bolivariana PDVSA.
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