No alcanzó el suministro de demanda para poder sostener llamaradas alcistas, que casi tocaban el techo del recinto. Los vaivenes del Merval «25», sus picos y valles, resultaron así sumamente marcados en el pasar del día. Y ayer, constituyó la gran nota para dejar anotada en el libro de bitácora de este gran movimiento bursátil. Veamos: el cierre anterior era de 1.128 puntos. En el día se alcanzó un máximo de 1.262 puntos -esto daba otro 2,8% de suba-, pero el cierre encontró a la plaza clausurando solamente en 1.243 puntos. Decreciendo, desde el máximo, 1,5%. Y sumando, desde el viernes, otro 1,2% de captura mensual. Una pirámide sería el dibujo, con una de sus laderas subidas velozmente, alcanzando el pico, para bajar por el otro lado.
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No es que se trabajó con poco o con el mercado cerrándose en su liquidez. Pero una vez hecha la gran hoguera, era necesaria más «leña» agregada, con tal de que las ventas no fueran haciendo cenizas a lo conseguido. Y hubo un fuerte embate de los «osos», tomando lo suyo, que desbordó las posibilidades y obligó a dejar la variable de ajuste: en las cotizaciones. Detrayendo los certificados, unos $ 10 millones, casi se estuvo en los $ 100 millones para acciones: en tal caso, perdiendo una quinta parte del volumen anterior. En la ocasión, se terminó en la defensa, con muchas plazas del «25», adquiriendo el signo negativo.
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