6 de mayo 2025 - 17:13

Impacto de la guerra comercial sobre los países emergentes: fuerte reversión de los flujos

Por primera vez desde diciembre del 2024 los inversores globales se retiraron de los activos de mercados emergentes en marzo pasado, en una magnitud no vista desde setiembre del 2023.

América Latina sigue siendo la región más resiliente, tanto en renta variable como en deuda, beneficiándose de tasas de interés reales relativamente altas y de la exposición a materias primas duras.

América Latina sigue siendo la región más resiliente, tanto en renta variable como en deuda, beneficiándose de tasas de interés reales relativamente altas y de la exposición a materias primas duras.

Los flujos de cartera hacia los mercados emergentes cayeron drásticamente en marzo pasado, lo que marca una ruptura decisiva con el tono relativamente constructivo que caracterizó el comienzo del año. Así lo reflejan los datos diarios de alta frecuencia del IIF que estiman una salida neta de u$s17.100 millones, siendo la primera desde diciembre del año pasado y la mayor desde setiembre del 2023. Todos los activos emergentes sufrieron por igual, ya que los flujos totales de no residentes hacia las acciones implicaron una salida neta de u$s12.400 millones mientras que los vinculados a los bonos sufrieron un flujo neto negativo de u$s4.800 millones (en este caso se trata de la primera salida neta en nueve meses).

Para el IIF, los aranceles anunciados por la administración Trump fueron clave ya que introdujeron incertidumbre: “Los primeros dos días de abril vieron salidas significativas, con inversores retirándose bruscamente tanto de acciones como de deuda, pero los flujos comenzaron a estabilizarse el 3 de abril, y los primeros días de la segunda semana vieron un repunte notable”.

Según explica Jonathan Fortun, economista del IIF, este deterioro de los flujos se produjo en un contexto de creciente incertidumbre global, ya que, si bien no se había hecho ningún anuncio formal, los inversores dedicaron gran parte de marzo a reposicionarse en previsión de las nuevas medidas comerciales de Estados Unidos. “La retórica cada vez más vehemente de la administración sobre los aranceles recíprocos indicó a los mercados la inminencia de un cambio sustancial en el régimen comercial estadounidense, aunque los detalles seguían siendo confusos; pero a fines de mes, el posicionamiento ya se había ajustado de forma que reflejaba la creciente ansiedad ante una posible nueva fase de fragmentación comercial, con los activos de mercados emergentes atrapados en la contracorriente”, agregó.

El monitoreo del IIF muestra que los flujos hacia la renta variable fueron particularmente débiles. China representó la mayor parte de la salida, con inversores no residentes que retiraron u$s8.900 millones en marzo, lo que revirtió las modestas entradas registradas en febrero y reflejó la renovada preocupación por los riesgos tanto externos como internos.

Según la visión del IIF, las medidas políticas destinadas a estabilizar el contexto macroeconómico siguieron incumpliendo las expectativas de los inversores, además, el perfil exportador del país lo convirtió en un objetivo natural en caso de una escalada arancelaria, lo que provocó salidas preventivas de capital. Mientras que, en el resto del complejo de renta variable de mercados emergentes, las pérdidas se moderaron ligeramente, pero se mantuvieron firmemente negativas.

Los flujos hacia las acciones de mercados emergentes, excluyendo China, totalizaron una salida de u$s3.400 millones, lo que es una mejora con respecto a las fuertes caídas registradas a finales de 2024, aunque sigue indicando un apetito moderado. Lo que observaron los analistas del IIF, fue que el sentimiento se mantuvo frágil en gran parte de Asia, en particular en Corea y Taiwán, donde persistieron las preocupaciones sobre la exposición al comercio tecnológico, mientras que en el caso de América Latina hubo cierta diferenciación, con algunos mercados percibidos como relativamente beneficiarios de la reconfiguración comercial que atrajeron un interés marginal, aunque no lo suficiente como para revertir la tendencia general de aversión al riesgo.

Deuda: comportamiento heterogéneo

La situación en el ámbito de la deuda fue más heterogénea. Las cifras principales muestran u$s4.800 millones en salidas netas, pero la desagregación revela algunos matices importantes: los flujos de deuda de China se deterioraron significativamente, con ventas netas de u$s6.700 millones, lo que prolongó una tendencia de debilidad de varios meses; fuera de China, los flujos de deuda se mantuvieron ligeramente positivos en u$s1.900 millones, aunque esto representó una desaceleración significativa con respecto al ritmo de u$s40.000 millones observado tanto en enero como en febrero. “Esta moderación refleja una serie de dinámicas superpuestas: los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense subieron ligeramente a lo largo del mes, lo que refleja tanto datos de inflación más firmes como una revalorización general de las expectativas de la Reserva Federal (Fed)”, explica el IIF.

De modo que, el consiguiente endurecimiento de las condiciones financieras estadounidenses afectó negativamente la rentabilidad total de la deuda de mercados emergentes, en particular de los instrumentos en moneda local. Así “los diferenciales del crédito de mercados emergentes comenzaron a ampliarse, aunque desde niveles ajustados, y los modelos indican que las valoraciones del mercado se habían mantenido ajustadas en relación con los fundamentos durante algún tiempo. Los inversores se volvieron más selectivos en sus asignaciones, y la actividad de nuevas emisiones se moderó hacia fines de mes”, señala Fortun.

De todos modos, el IIF considera que, desde una perspectiva estructural, el atractivo subyacente de la deuda de mercados emergentes se mantiene intacto: los altos rendimientos reales, las características técnicas favorables y la mejora de los perfiles fiscales de algunos grandes emisores siguen impulsando esta clase de activo. “Sin embargo, marzo dejó claro que el colchón proporcionado por el “carry” no es suficiente para compensar todas las fuentes de estrés externo. A medida que el dólar se fortaleció y los indicadores de volatilidad subieron, el apetito por el riesgo se desvaneció”. Por lo tanto, el bajo rendimiento de las tasas de interés locales de mercados emergentes en comparación con otros segmentos de renta fija ilustra la asimetría de la revalorización global cuando se intensifica la incertidumbre política. El posicionamiento, que se había concentrado cada vez más en valores de alto rendimiento y curvas locales de larga duración, comenzó a desmoronarse, lo que contribuyó a la debilidad observada en los flujos de capital.

América Latina, con mayor resiliencia

A nivel regional, la diferenciación sigue siendo importante. América Latina sigue siendo la región más resiliente, tanto en renta variable como en deuda, beneficiándose de tasas de interés reales relativamente altas y de la exposición a materias primas duras. Brasil y México siguen atrayendo la atención de los mercados de renta fija, mientras que los créditos andinos se han estabilizado tras un período de volatilidad. En cambio, Asia sigue siendo más vulnerable a las perturbaciones macroeconómicas y de política comercial. Las presiones cambiarias en India e Indonesia repuntaron a finales de marzo, mientras que las salidas de capitales del norte de Asia persistieron. Europa Central presenta un panorama más heterogéneo, con algunos mercados beneficiándose de la mejora de las repercusiones del crecimiento en la zona euro, pero los flujos en general siguen siendo moderados.

De cara a lo que viene, el IIF cree que los mercados podrían haber descontado parcialmente el cambio estructural con antelación, aunque la confianza sigue siendo tímida; pero con las tasas de interés globales elevadas y la persistente incertidumbre política, es probable que el apetito por el riesgo se mantenga limitado, previéndose una mayor diferenciación entre emergentes concentrándose cada vez más en mercados que ofrecen tanto rendimiento como estabilidad macroeconómica.

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