Julio De Vido desplegó ayer casi todo su gabinete en la reunión que mantuvo con senadores del Frente para la Victoria como cierre a la maratón de encuentros que mantuvieron con ocho ministros del Poder Ejecutivo. De Vido llegó al Senado acompañado de funcionarios como Daniel Cameron, el secretario de Energía; José López, de Obras Públicas, y hasta el polémico Ricardo Jaime, de Transporte, que no mantiene buena relación con el Congreso por cancelar sistemáticamente sus presentaciones con los legisladores.
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De Vido confirmó en ese encuentro que en el segundo semestre se lanzará la licitación para construir el Gasoducto del Nordeste -tal como está incluido en el acuerdo cerrado con Evo Morales-. Dejó para López la explicación sobre la marcha de las obras públicas en cada provincia y las respuestas a las preguntas de algunos senadores acerca de la futura traza definitiva del gasoducto. Jaime debió dar algunas explicaciones sobre la política oficial de subsidios.
Lejos de reconocer el fuerte incremento que tuvieron los subsidios al transporte de todo tipo durante su administración el funcionario se limitó a remarcar que « respondían a una situación heredada» y que serían mantenidos al solo efecto de evitar una suba de tarifas.
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