12 de enero 2022 - 00:00

Fin al acuerdo que reguló carga de barcos con Brasil (ahonda crisis local)

El convenio era previo al Mercosur y establecía una reserva del 50% para cada país con barcos de bandera propia. Bolsonaro lo denunció en 2021.

RIO PARANA
NA

El próximo 5 de febrero la marina mercante argentina recibirá un golpe que la dejará en crisis terminal. Ese día concluye el acuerdo bilateral de transporte con Brasil que durante 37 años reguló la logística de cargas entre ambos socios del Mercosur. Con ello desaparecerá el último nicho de demanda que tienen los barcos de bandera argentina.

El convenio en cuestión fue firmado el 15 de agosto de 1985 como parte de los acuerdos de integración entre los presidentes Raúl Alfonsín y José Sarney, quienes con ello descomprimieron tensiones históricas entre ambos países y dieron origen con ello al Mercosur. Según comentaron a Ámbito fuentes vinculadas al sector del comercio exterior, existe todavía una última esperanza en que el embajador argentino Daniel Scioli reflote el acuerdo mediante gestiones de último momento, aunque el objetivo aparece complicado.

El entendimiento firmado antes de que naciera el Mercosur establecía que el comercio entre ambas naciones se llevaría a cabo por medio de buques de bandera local, en una proporción de 50% para cada nación. Con ello, ambos socios se aseguraban una demanda estable. Pero el año pasado, el presidente Jair Bolsonaro, imbuido en un discurso anti Mercosur, decidió denunciar el tratado y emitió un decreto que estableció la fecha en que se termina el convenio bilateral. La medida también afectó a otro socio histórico, Uruguay, país con un entendimiento similar desde 1975.

Bolsonaro fue duramente criticado por las cámaras navieras brasileñas, quienes ven al transporte del Mercosur como una extensión de su propio cabotaje. Sin ese tratado, también pueden salir perjudicadas, porque tendrán que competir con terceros jugadores.

El nuevo escenario plantea la posibilidad de una crisis terminal para la industria naviera argentina, duramente golpeada desde hace décadas por la suba de los costos. Se estima que el 95% de los navíos que transportan carga internacional por el río Paraná son de bandera extranjera, principalmente paraguaya o panameña. La razón es que los costos impositivos y laborales hacen que el negocio no sea rentable.

De acuerdo con algunos análisis técnicos que se hicieron ya hace algunos años por el Gobierno, se estima que el pago de fletes de costo internacional le implica al país una pérdida de entre u$s5.000 y u$s7.000 millones. El convenio de cargas con Brasil le permitía a las empresas locales contar con algún mínimo de demanda de sus servicios. Desde febrero ya no contarán con ese paraguas protector.

La realidad es que la Argentina es una potencia agrícola a nivel global, pero depende de las flotas extranjeras para poder sacar su producción de los puertos locales. Frente a ese escenario, las empresas plantean la posibilidad de que el embajador Scioli, lleve a cabo alguna gestión de último momento que reflote el convenio. Señalan que el representante argentino logró en los dos años de su gestión que Brasil levante todas las restricciones que le imponía a más de 140 productos argentinos.

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