Parecido a lo que hizo Apple en Quinta Avenida y 59th St., o a lo que instaló Sony en Cabildo y Juramento, Movistar abrió ayer su local insignia en plena calle Florida. Allí no se atenderán problemas de línea, ni se repararán celulares: la idea del predio es que los usuarios (sobre todo los más jóvenes) se familiaricen con los denominados «servicios de valor agregado» (léase TV en el celular, «blackberry», mensajes de texto, transmisión de fotos y video, etc.) obviamente los más rentables para las empresas de telefonía móvil. También para presentar las últimas novedades en materia de productos y tecnologías que vayan incorporando a su cartera.
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El local, que fuera comprado por Mango a la familia Rozenmuter (Promúsica), sigue siendo de la marca española de indumentaria, a pesar de su decisión de irse del país hace un par de años.
Desocupado desde entonces, Mango se lo alquiló a la telefónica, que a su vez invirtió u$s 300.000 para reacondicionar sus cuatro plantas. En el marco de la presentación del local, Ariel Pontón, Diego Fainguersch y Fernando Rebagliatti, ejecutivos de Movistar, se internaron también en otros temas. Así, anunciaron que a partir del año próximo Movistar invertirá $ 750 millones en comenzar a poner sus redes en la tecnología «3-G» (tercera generación), cifra que está incluida en el plan de inversiones del Grupo Telefónica para toda la Argentina que trepa a $ 1.300 millones. De todos modos, aclararon, será Eduardo Caride (flamante CEO de la unión Telefónica/ Movistar) quien se encargue de realizar el anuncio oficial en las próximas semanas. Cabe recordar que hace menos de un mes Personal (del grupo Telecom y principal competidora de Movistar) reveló sus planes de inversión para «3-G».
Abonados
Los ejecutivos también dijeron que la empresa cerrará el año con unos 11 millones de abonados, sobre un total país de 29 millones. Las cifras contrastan de manera brutal con las de telefonía fija, que apenas «rozan» los ocho millones de líneas y -salvo a nivel corporativo- parecen una especie en extinción. Seguramente por eso la venta de «terminales» (aparatos) rondará este año las ocho millones de unidades.
En lo que hace a la transmisión de TV a través de telefonía celular, por ahora sólo está disponible el «streaming», o sea una emisión que se recibe a través del navegador de Internet. En cambio, para que se concrete el «broadcasting» (la recepción simultánea y con la misma calidad que la TV hogareña) falta que el gobierno defina qué norma usará para la televisión de alta definición. Se sabe que la puja es entre la estadounidense y la europea; por razones más que evidentes Movistar apuesta a la segunda, pero aún el estado nacional deberá expedirse sobre cuál se aplicará en la Argentina.
«De todos modos, los servicios de alta tecnología no tendrán la veloz curva de crecimiento de los mensajes de texto: hoy el mercado procesa unos 3.000 millones de SMS por mes, ya más numerosos que las llamadas. Pero esto es fácil de usar y relativamente económico: 85% de los usuarios los envían; con el resto de los servicios 3-G hay un factor de aprendizaje que los hace algo más complejos», admite Pontón.
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