Pánico en los inversores del mundo: se derrumban Bolsas
Volvieron a temblar ayer los mercados mundiales con epicentro en EE.UU. Surgieron datos de que la principal economía del mundo se encaminaba hacia una recesión. Las mismas señales se repetían en Europa. Por si fuera poco, hubo operadores que hablaron de un inminente "tsunami financiero" y requirieron una urgente intervención del gobierno norteamericano. Wall Street cayó 3% y arrastró a todas las Bolsas del mundo. Ni siquiera las acciones reaccionaron ante la caída del petróleo. La orden de inversores era liquidar las tenencias sin importar el precio. Una clara señal del pánico dominante. Como siempre sucede, hubo versiones de todo tipo en Nueva York sobre la salud financiera de algunos fondos de inversión. Todas fueron desmentidas. Pero el nerviosismo quedó.
La Bolsa argentina sintió el impacto y perdió 3,6%. Era inevitable el contagio. Ni San Pablo pudo escaparse: las acciones brasileñas bajaron 4%. Mientras algunos mercados asiáticos acumulan caídas de 50% en el año, el índice Bovespa perdió más de 35% desde sus máximos alcanzados hace dos meses.
No se recomienda, en este contexto, tomar posiciones de riesgo, ya que los analistas estiman que la debilidad de la economía mundial permanecerá por lo menos durante todo 2009.
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A la tensión que reflejaron ayer los operadores
bursátiles de Nueva York, ocasionada por el
derrumbe de Wall Street, se sumaron
las caídas de otras Bolsas del mundo, como
ocurrió en la de San Pablo, donde se registró
una baja de 3,96 por ciento.
Por otro lado, según el gabinete de recursos humanos ADP, el sector privado eliminó más empleos que lo esperado en agosto y las creaciones de empleos anunciadas en julio fueron revisadas a la baja. Según Ian Shepherdson, de High Frequency Economics, las previsiones de ADP en los últimos meses fueron más optimistas que las cifras oficiales, que el viernes podrían ser más negativas que lo previsto. Contribuyendo a deprimir aún más el ambiente, las ventas de las cadenas de tiendas se desaceleraron en agosto, señal de un agotamiento del consumo.
Además, luego de que las exportaciones contribuyeran en gran parte al crecimiento estadounidense en el segundo trimestre, el Banco Central Europeo revisó sus previsiones de crecimiento, estimándolo ahora solamente en 1,4% este año (contra 1,8%) y 1,2% el año próximo (contra 1,5%), subrayaron los analistas.
Los inversores ignoraron una caída de más de un dólar en el precio del barril de crudo a u$s 107,9, junto a un nuevo avance de la divisa norteamericana frente al euro. El descenso del petróleo castigó a los grupos de la energía ExxonMobil (-2,41%) y Chevron (-3,52%).
«Todo baja: el inmobiliario, desde hace un año, y ahora las materias primas. Hubo una disparada de los precios que era insostenible, el mercado teme ahora una perspectiva deflacionaria que parece dibujarse y que es muy negativa para el mercado bursátil», estimó Mace Blicksilver, de Marblehead Asset Management.
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