Prevén una suba de 10% en combustibles a partir de julio
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En tanto, a menos de un mes de la venta del negocio de refinación y comercialización de combustibles de Shell en la Argentina a la brasileña Raízen, la petrolera subió 8,5% el precio mayoristas de las gasolinas.
Según pudo saber este medio, la compañía picó en punta y modificó sus tarifas para los grandes compradores desde este miércoles a última hora. En rigor, eliminó los descuentos y beneficios escalonados que poseían esos clientes por comprar en cantidades y estableció un importe único. "Esto no significa una traducción posterior al precio del surtidor, son mercados diferentes. Con el mayorista se abastece a las actividades agropecuarias, algunas industrias y al transporte de pasajeros", aclararon fuentes del sector.
Hasta julio sigue vigente el congelamiento de precios minoristas sellado entre el ministro de Energía, Juan José Aranguren, y las principales petroleras del país. YPF, Pan American Energy y Shell aceptaron a principios de mes postergar los aumentos previstos para mayo y junio a cambio de poder compensar los costos en el segundo semestre del año. La propuesta de Aranguren buscó "amortiguar los efectos de los aumentos" del precio internacional del crudo y las variaciones del dólar y "contribuir a la estabilización de los precios de la economía" local.
Sin embargo, en el sector ponen en duda la fuerza del pacto y desconfían del cumplimiento a rajatabla de la desconocida letra chica del acuerdo. La suba de precios mayoristas de Shell demuestra el estado en que se encuentra la medida ultra intervencionista del ministro. Advierten que algunas petroleras no quieren desprenderse de sus productos hasta que no haya ajustes de tarifas y retacean la provisión.
En marzo pasado el valor de venta a granel se incrementó 4,5% promedio, un porcentaje que a los pocos días se trasladó directamente a las estaciones de servicio. Por ahora, trascendió que YPF no prevé seguir los pasos de Shell. La decisión de los anglo-holando- brasileños tomó por sorpresa a la firma de mayoría estatal, que controla el 60% del mercado. Al mismo tiempo, se conoció que otras marcas comenzaron a aplicar cupos a la entrega.
Si bien la suba del precio mayorista no se trasladará de inmediato a los surtidores, hay temor que llegue al resto de la economía doméstica e impacte fuertemente en los costos de algunas actividades productivas del país, como el trabajo en el campo, las fábricas pymes y la logística y distribución de mercaderías. A esta situación de olla a presión se le suman quejas de algunos dueños de estaciones del interior -como en Jujuy- que comenzaron a denunciar desabastecimiento de gasoil y rechazan los límites a la demanda.
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