¿Qué país queremos?
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• Imperativo
Pero más que soñar hay que realizar. Estamos probando el modelo del incumplimiento, de devaluar, y de perjudicar a quienes confiaron en nosotros. Para cambiar el rumbo, la caída libre de la sociedad, se requiere poner los mejores jugadores junto con las mayores garantías de cumplimiento. Una reforma amplia, reasignando los espacios y las responsabilidades políticas, para mejorar la representación y el funcionamiento de las instituciones del Estado, es imperativa.
Una comunidad que, de hecho, asigna la conducción política nacional a los gobernadores provinciales; las investigaciones y los resultados de los negocios, al Congreso, con una Justicia ausente, no aprovecha sus capacidades. La inobservancia de las garantías a la propiedad y de la Constitución nacional constituye un fuerte obstáculo para cualquier emprendimiento creativo, como han probado millones de ahorristas y de desocupados. La incertidumbre de las mediciones, en todas las transacciones, ya sea por ausencia de una moneda o Justicia previsible, o de una ideología respetuosa de la propiedad, aumenta los riesgos de los negocios y todos los intercambios. La colaboración y la introducción de instituciones foráneas, como en su momento fue el sistema métrico decimal, complementarían la red de garantías de la propiedad, necesarias para despegar.
En esta visión, arreglar con el FMI es sólo un paso ínfimo. Pensar en ajustar, para equilibrar las cuentas de un país que genere 2.200 dólares anuales puede ser un triunfo a lo Pirro. Porque, en ese caso, sobrarían muchos argentinos. De mi trabajo resulta que, no obstante los ingentes recursos asignados a combatir la pobreza por los organismos multilaterales, las diferencias de ingresos de las naciones se han expandido en las últimas tres décadas. Esas organizaciones no han sabido encarar la construcción de la propiedad en el mundo. El desafío es nuestro. Podemos continuar nuestro viaje hacia Cuba, repetir la desolación de 1989 o retornar pronto a la potencia de 1998 y proyectarnos al sueño de España o Irlanda. De nosotros depende.
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