Solo dos provincias resultaron ganadoras en términos de empleo durante el Gobierno de Javier Milei, mientras que las demás sufrieron fuerte, fundamentalmente en los sectores de construcción e industria.
Solo dos provincias lograron crear empleo desde noviembre de 2023.
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Tras la desaceleración de la inflación, actualmente la principal preocupación de los argentinos es el nivel de actividad, que redunde en más empleo y mejores ingresos, según explicó el consultor Guillermo Oliveto. La inquietud llega en un momento en el que se están perdiendo cerca de 10.000 empleos privados mensuales solo durante 2025, por lo cual desde la asunción de Javier Milei como presidente se destruyeron más de 220.000 puestos de trabajo. Santa Cruz, La Rioja y Formosa fueron las provincias más afectadas.
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Según cifras desestacionalizadas del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), Santa Cruz perdió el 15% de su fuerza laboral; La Rioja, más del 11%; y Formosa, el 8%.
Entre los rubros más castigados por la administración libertaria estuvieron la construcción, debido al parate de la obra pública nacional dispuesta por el Ejecutivo, y la industria, golpeada por la baja demanda y la apertura indiscriminada de importaciones. Tanto es así, que la capacidad instalada actualmente está operando al 61,1%, según el INDEC. El empleo en cada uno de estos rubros cayó en 62.741(-14,3%) y 42.406 (-3,6%), puestos de trabajo respectivamente. A menor escala, también hubo un importante retroceso en el rubro explotación de minas y canteras (-7%, con unos 6.600 empleos menos).
"La construcción es industria de industrias", le dijo Oliveto a este medio, coincidiendo con la mirada del titular de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO),Gustavo Weiss, quien destacó el efecto derrame que genera este sector.
Empleo provincia por provincia
Según los últimos datos oficiales, el empleo formal privado cayó con fuerza en buena parte del país desde 2023, especialmente en las provincias más dependientes de la obra pública, la industria textil o el petróleo convencional. A contramano, solo dos provincias lograron maniobrar positivamente los datos de empleo durante este período.
La más golpeada sin dudas fue la provincia de Santa Cruz donde el empleo cayó 15% (o 9.807 puestos de trabajo). Esta fuerte caída se explica en gran parte por la baja en la producción de petróleo convencional y el empleo público, según confirmó una alta fuente provincial.
El Plan Andes, que es una estrategia de YPF para vender campos de petróleo y gas maduros convencionales en varias provincias y enfocarse en la producción no convencional en Vaca Muerta, generó una privatización de los campos. Allí, se perdieron cerca de 4.000 empleos, según precisaron a Ámbito.
En La Rioja, en tanto, se destruyeron el 11,25% de los empleos (-3.675 puestos), que se explica por el impacto de la construcción sumado a la contracción industrial. Textil y calzado -dos sectores sensibles a la importación y con fuerte presencia en esa provincia- achicaron sus plantas ante la mayor competencia externa, según explicaron desde Fundar.
En Formosa hubo una caída del empleo del 8,16% (-2.016 puestos). Aquí, la baja se explica casi íntegramente por la pérdida de puestos de trabajo en la construcción. Un fenómeno similar se repite en Santiago del Estero (-6,1% ó 3.285 puestos) y Chaco (-7,6% ó 5.918 empleos), donde el freno de la obra pública golpeó de lleno.
En Tierra del Fuego, que tiene 2.220 puestos de trabajo menos (-2,2%), la contracción se relaciona con la reducción de empleo en la industria electrónica fueguina, una de las actividades más afectadas por la apertura comercial, precisaron desde Fundar.
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Dos oasis: en Neuquén y Tucumán el empleo creció
Solo Neuquén y Tucumán conservaron terreno positivo en las estadísticas de empleo, traccionados por dos sectores puntuales: petróleo (Vaca Muerta) y el agro.
Neuquén tuvo un crecimiento de 4.102 puestos de trabajo (+2,9%): Vaca Muerta volvió a demostrar su capacidad expansiva. El boom hidrocarburífero no sólo sumó empleo directo en petróleo y gas, sino también en toda la red de proveedores, logística y comercios, destacaron desde Fundar. El dinamismo, además, no es nuevo: viene siendo la provincia que más empleo formal creó en la última década.
Tucumán creó empleo, aunque a menor escala: Apenas 121 (+0,1%). Aquí se destacó el empuje del empleo agroindustrial, especialmente en la cadena citrícola.
¿Qué pasó en las provincias más grandes?
Otro caso paradigmático en el total de puestos de trabajo perdidos es el de la provincia de Buenos Aires, debido a la magnitud de la población y, por ende, la fuerza de trabajo. Desde noviembre 2023 se perdieron 44.220 puestos de trabajo(-2,2%), según datos oficiales de SIPA.
Le siguen en importancia de pérdida de empleo CABA, con 29.312 puestos de trabajo menos (-1,9%) y Santa Fe con una pérdida de 10.007 empleos (-1,9%).Córdoba, en tanto, fue la que menos perdió (-1,7% ó 8.815 puestos).
La fuerte caída de la provincia de Buenos Aires se explica por el mal desempeño del sector manufacturero. Vale recordar que desde 2023 a mayo de este año cerraron 15.564 unidades productivas, según datos del Instituto Argentina Grande (IAG), donde las provincias con mayores pérdidas de empresas fueron Buenos Aires con 4.293, seguida de Córdoba con una baja de 2.290 y CABA con 2.090.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la caída pudo haber estado amortiguada por su estructura mayormente volcada al sector de servicios, que fue uno de los pocos que resistieron mejor la recesión, con un crecimiento de 0,9% entre el tercer trimestre 2023 y el segundo 2025, según señalaron desde Fundar.
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