Se rebelan gremios y piden hasta 30% de suba salarial
No le será fácil al gobierno poner en práctica el acuerdo virtual al que se llegó con Hugo Moyano para que los aumentos salariales no superen 20%, y sólo alcancen con esta cifra a los sectores en los que pueda comprobarse una mejora sustancial en su productividad en 2006. Muchos gremios, especialmente aquellos que mantienen con el camionero una disputa interna en la CGT, ya le hicieron saber a Moyano que ese 20% no es tope sino piso y que, incluso, se puede hablar de hasta 30% de incremento. El listado de los sindicatos que impulsan esta rebelión lo encabezan, entre otros, el gastronómico Luis Barrionuevo y los «cristinistas» Andrés Rodríguez y Gerardo Martínez. Se suman a la embestida los ferroviarios, el comercio, el sector financiero, la construcción y los estatales que se agrupan en ATE. Todos dicen que la evolución de la economía en 2006 permite reclamar aumentos por encima de ese 20%. Lógicamente, la diferencia con lo negociado entre Moyano y el gobierno tiene que ver más que con un reclamo salarial, con la oposición que tiene el camionero, muy lejos hoy del poder de influencia que tenía el año pasado, cuando dominó las negociaciones con un tope de 19%.
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Para empezar a marcar territorio, el titular del sindicato La Fraternidad, Omar Maturano, señaló que «su gremio pedirá un aumento no inferior a 20%» en las paritarias que comienzan con las empresas de transporte de pasajeros y de carga. El sindicalista adelantó, también, que discutirá un «nuevo convenio sobre las mejores condiciones de trabajo de los compañeros» y «la reducción de jornadas». Maturano justificó el piso de 20% en que «la canasta familiar aumentó aproximadamente un 15 o 17%», ya que señaló que allí «está la ropa que aumentó 21% y las escuelas privadas 22%». Para el sindicalista, «en la industria ferroviaria el traslado de pasajeros en 2006 creció 25 por ciento y en carga entre 20% y 25%», destacó el sindicalista, al tiempo que aseveró que «hoy, los empresarios están ganando más plata con el mismo personal».
Al igual que La Fraternidad, el secretario general del sindicato de gastronómicos, Luis Barrionuevo, aseguró que su gremio reclamará un aumento salarial superior a 20% para este año, y aclaró que en principio «no hay piso ni techo en las negociaciones». «Tenemos que ser racionales, cada gremio sabe hasta dónde pedir», afirmó Barrionuevo, al tiempo que advirtió a los sindicatos más fuertes que no deben «salirse de lo racional y pedir locuras que después no se pueden cumplir». Los gastronómicos comenzarán las paritarias a mediados de febrero y esperan firmar el acuerdo en marzo. «Nuestro gremio es uno de los que más recuperó el poder adquisitivo de los trabajadores», reconoció
Barrionuevo y, si bien dijo no querer «crear expectativas», señaló que el piso de negociación va a «estar por arriba de 20%». Justificó esto en que «nuestras mujeres que van al supermercado saben que realmente los precios aumentaron» y en que «la actividad está trabajando muy bien y se ha ganado mucha plata».
En el mismo sentido, el titular del gremio docente CTERA, Hugo Yasky, pidió que todas las discusiones que se hagan tomen en cuenta el costo de la canasta básica y no de la línea de pobreza». Respecto de las paritarias, Yasky señaló que «la recomposición salarial es una necesidad acuciante para los trabajadores» y coincidió con el titular de la CGT, Hugo Moyano, y con Barrionuevo en que «no se puede poner ni piso ni techo en negociaciones que parten de una absolutadisparidad». «Poner un piso o un techo es un error y en la práctica va a ser totalmente imposible».
El secretario de prensa de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Enrique Salinas, dijo que la discusión salarial «en algunos casos se complica porque hay empresas importantes que pueden pagar, pero otras pymes que no lo pueden hacer». «De cualquier manera no creo que haya conflictos, porque si realmente todos usamos el sentido común habrá acuerdo. No queremos que nadie pierda horas de trabajo, ni tener que hacer presiones para que se lleve a su casa lo que realmente le corresponde». Hasta abril, se negociarán alrededor de 150 convenios laborales que abarcarán a cerca de un millón de trabajadores, pero los que definirán la pulseada serán los gremios de mayor peso como los camioneros, metalúrgicos, gastronómicos. En construcción, automotrices, bancos, grandes comercios y todos los que tienen a Hugo Moyano como interlocutor gremial, los aumentos salariales podrían estar cerca de 20%. Habrá que ver con qué ánimo negocia el resto de los gremios.
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