Arriba-izquierda: Tres rostros imperdibles. En el medio, Armando Cavalieri -atildado, representa a los empleados de comercio-; a su derecha, Oscar Lescano, de Luz y Fuerza; y José Pedraza, de la Unión Ferroviaria. ¿Qué hago aquí?, parece estar pensando el atildado Cavalieri, el único de 20 gremialistas con saco y corbata. «Súmele sus fortunas y pueden calmar hasta a los fondos buitre que apuran al juez norteamericano Griesa», se comentaba de esta foto. Arriba-derecha: Susana Rueda, la mujer del trío que manda en la CGT junto con Hugo Moyano y José Lingieri, los otros dos triunviros. «Las mujeres nos acusan de machismo, pero están prestas a servir como en las cocinas.» Aquí Rueda le sirve mate a Moyano, que la mira como pensando si no estará junto a Lucrecia Borgia por lo mal que se llevan. Centro-derecha: Luego se resigna y toma mate en la cabecera de la reunión de directorio. Lingieri, a la derecha, no arriesga con Rueda, que también lo tiene de enemigo. Abajo-izquierda: Los gremialistas que conducen la CGT en pleno. Verlos a todos juntos hace correr un frío por la espalda de cualquier mortal. Abajo-derecha: Luis Barrionuevo siempre sonríe, aunque tiene también «rueda propia» que se llama para su caso Graciela Ocaña, la que lo ahuyenta del PAMI. A la derecha, Juan Miguel García, encargado «de la juventud» en la conducción cegetista.
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