Una vez más el gobierno negó la existencia de una crisis energética. A las declaraciones de la semana pasada, cuando consideró los problemas como «nimios», el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, adjudicó ayer los inconvenientes energéticos a «la ola de frío polar muy fuerte» que afecta a amplias regiones del país y obliga a subir el consumo de gas. Además aseguró que el suministro «se está normalizando». Al emitir su voto en las elecciones a jefe de Gobierno porteño, Fernández afirmó que «hay un problema en la Argentina que está sufriendo una ola de frío polar muy fuerte, que nos está demandando energía».
El contenido al que quiere acceder es exclusivo para suscriptores.
«También está demandando en algunos sectores que funcionan con centrales termoeléctricas o con grupos electrógenos fueloil y gasoil, y entonces esto genera algún tipo de desabastecimiento», admitió el jefe de Gabinete.
En tal sentido, agregó que «estamos trabajando para que eso no pase y creo que poco a poco a la situación la vamos normalizando», aunque reconoció que el gobierno está «preocupado y ocupado con este tema».
El viernes pasado, la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) extendió las restricciones en la provisión a los grandes usuarios en la franja horaria ubicada entre las 16 y las 24, con el objetivo de preservar las reservas hídricas de generación eléctrica, informaron fuentes del sector privado. En medio de esta crisis energética, el Servicio Meteorológico advirtió que durante esta semana las temperaturas continuarán bajando y otra vez pondrán en alerta al sistema.
Dejá tu comentario