20 de junio 2007 - 00:00

Usó gobierno superpoderes y desvió casi $ 1.000 millones

Alberto Fernández
Alberto Fernández
El gobierno realizó ayer la mayor modificación al Presupuesto Nacional 2007, al utilizar las facultades especiales cedidas por el Congreso para girar $ 928 millones al Ministerio de Planificación Federal. La metodología no es nueva; de hecho, en 2005 y 2006 el gobierno prácticamente rediseñó las leyes de presupuesto mediante resoluciones y decretos. De ahí, la pérdida de importancia que tiene cada año la votación de esa ley, que en otros tiempos fue clave.

Pero sorprendió ayer el volumen de la redistribución de fondos, que en todos los casos se envía a la cartera de Julio De Vido para cancelar órdenes de pago por obra pública.

Tal como lo permitió en forma permanente la reforma a la Ley de Administración Financiera y de los Organos de Control, el gobierno utilizó los «superpoderes» para firmar la decisión administrativa 202/07 publicada ayer en el Boletín Oficial con la firma de Alberto Fernández y Felisa Miceli.

Allí se restaron $ 127 millones de Planificación Federal del programa Desarrollo Urbano y Vivienda, $ 3 millones al de Acciones para la Provisión de Tierras para el Hábitat Social y $ 20 millones al de Ejecución y Control de Obras Públicas.

El grueso, de todas formas, unos $ 678 millones, saldrá del Fondo Fiduciario de Desarrollo Provincial y provendrá de la jurisdicción 91-Obligaciones a Cargo del Tesoro, entre otros cambios a lo votado por el Congreso, que serán destinados ahora a la Dirección Nacional de Vialidad, al Organo de Control de Concesiones Viales y a la construcción de obras públicas, para cancelar órdenes de pago a contratistas por certificados de obras en ejecución.

La justificación para el incremento de presupuesto en obras fue explicada en la propia resolución: «Los presupuestos de los citados organismos descentralizados no hacen posible la atención de las obligaciones».

  • Distribución

    Del total reasignado, la Dirección Nacional de Vialidad recibirá $ 878 millones de pesos, y el Occovi, $ 50 millones para «atender en forma urgente el pago de certificaciones de obras que se encuentran en ejecución».

    Las primeras críticas a la resolución del gobierno llegaron de Esteban Bullrich, el diputadodel PRO: «Los fondos fiduciarios públicos son creados por el Congreso con una finalidad específica. ¿Cómo es posible que se les saquen casi $ 700 millones sin alterar la finalidad? ¿Para qué estaban esos fondos si no? ¿Por qué no se los utiliza para el fin por el cual fueron creados? Dejemos de fomentar el manejo turbio de los fondos fiduciarios», dijo.

    Durante 2006, los fondos fiduciarios tuvieron ingresos por $ 5.087 millones y gastos totales por $ 4.907 millones. Esas cifras ascendieron este año a $ 5.620 millones y $ 5.947 millones respectivamente.

    El problema, de todas formas, sigue siendo no sólo el manejo de los fiduciarios, sino también de los excedentes de recaudación que el gobierno dispone con los superpoderes: «Ese dinero, por ejemplo, pensado para el Canje de Deuda provincial y para los programas de asistencia a las provincias se lo está dejando en manos de un ministerio involucrado en casos de coimas y del altamente cuestionado Occovi. Se restan, además, $ 20 millones del Programa de Ejecución y Control de Obras Públicas. ¿Casualidad o causalidad?», se preguntó Bullrich.
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