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Ácidas estocadas entre Obama y las empresas de salud
• El demócrata dijo que la reforma sanitaria está «más cerca que nunca». Privados advirtieron: «No se equivoquen»
Acuerdo
Por lo pronto, uno de los legisladores clave en este proceso, el senador demócrata Max Baucus, anunció ayer que el comité financiero de la Cámara alta alcanzó un «acuerdo» sobre varias de las «cuestiones mayores» en el debate sobre la reforma, aunque prefirió no dar detalles. «Fue un buen día», agregó el senador Kent Conrad, también del oficialismo.
Dando cuenta de las previsibles dificultades de las negociaciones, el vocero de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo: «Vamos a tener que volver aquí después del descanso de agosto y tendremos todavía trabajo por hacer».
Los republicanos afirman que el proyecto de Obama seguirá inflando hasta niveles aún más exorbitantes el déficit fiscal estadounidense. Esa prédica, sumada a la supuesta amenaza a la libertad individual para elegir la propia cobertura y el fantasma de la suba de impuestos están haciendo efecto en la base electoral de Obama.
La encuesta de USA Today especificó que un 47% de los estadounidenses sigue apoyando las medidas económicas del presidente, y apenas un 45% está de acuerdo con las características de la reforma sanitaria, cuyos detalles todavía no son conocidos.
Sin embargo, The Washington Post aclaró que la encuesta citada por Ignagni, que fue publicada por The New York Times en junio, estipula que el 72% de los estadounidenses está de acuerdo con un plan de seguro de salud estatal, contra el 20% que se opone.
Los demócratas tienen un antecedentes algo traumático acerca del intento de reforma sanitaria. En 1994, durante el primer Gobierno de Bill Clinton, éste encargó a Hillary que lleve adelante un plan de salud estatal, proyecto que naufragó estrepitosamente y que fue objeto de crítica hacia la senadora por Nueva York en la anterior campaña presidencial.
Limitaciones
En la asociación AHIP argumentan que el plan estatal «llevaría al punto de partida los esfuerzos para mejorar la calidad del sistema de salud. Finalmente limitaría las opciones y el acceso».
Alan Sager, profesor de Administración y Política de Salud de la Universidad de Boston respondió al diario de la capital norteamericana que «las empresas prometen elección, innovación, muchas cosas, pero nos dan muy poco».
En el lapso transcurrido desde el intento de los Clinton, la situación empeoró en cuanto a la cantidad de personas sin ninguna protección, en tanto que se dispararon las cuotas mensuales, como citó ayer Obama.
Agencias ANSA y Reuters
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