8 de diciembre 2009 - 00:00

Apuran provincias más bonos para financiar gastos

Jorge Sapag
Jorge Sapag
Los gobiernos provinciales avanzan en la emisión de bonos para hacer frente a sus deudas y gastos corrientes, como sueldos o pago a proveedores vinculados fundamentalmente con obras públicas. Para hacer frente al vencimiento de antiguos compromisos, Neuquén se prepara para seguir el ejemplo de Buenos Aires, que se consagró con el primer puesto en la emisión de bonos para achicar cuentas pendientes. Aunque todavía está en etapa de análisis, Tucumán podría echar mano al mismo recurso para financiar las obras públicas -un motivo más emparentado al gobernador bonaerense, Daniel Scioli, que con los bonos les pagará a contratistas del Estado-.

Para esta semana, la Legislatura neuquina agendó para sus dos últimas sesiones del año -previstas para el miércoles y jueves- el tratamiento del proyecto de ley que le permitirá al gobernador Jorge Sapag emitir una segunda serie de los bonos Tidepro (Títulos de Deuda para el Desarrollo Provincial) por un monto de hasta u$s 200 millones. La propuesta del equipo técnico del mandatario del Movimiento Popular Neuquino está destinada a refinanciar una primera tanda de bonos que fueron colocados por su antecesor al mando del Ejecutivo provincial, Jorge Sobisch.

La subsecretaria de Hacienda de Neuquén, María Albiger, explicó la semana pasada en una reunión de la Comisión de Hacienda y Presupuesto de la Legislatura los detalles del proyecto de ley que presentó el gabinete de Sapag. La funcionaria indicó que la provincia no posterga los vencimientos, sino que emite nueva deuda con tasas de interés más atractivas para poder refinanciarse y agregó que el cambio de la emisión anterior de Tidepro por los nuevos -que tendrán dos años de gracia para la amortización de capital, con una tasa de interés más alta y por un plazo de 10 años- es voluntario.

La fiebre de los bonos llega al norte del país donde, además de Catamarca y Jujuy, Tucumán también estudia plegarse a la misma estrategia. Días atrás, el gobernador tucumano José Alperovich reconoció que analiza emitir órdenes diferidas para financiar las obras públicas. La deuda de la provincia -y también de la Nación en este caso- con las empresas constructoras, que llevan adelante los proyectos habitacionales que encaró el Ejecutivo provincial, se arrastra desde el mes de julio. Como no hay ninguna fecha prefijada para el desembolso del dinero que hace falta sólo para cancelar los compromisos pendientes -cerca de $ 100 millones, según trascendió-, la posibilidad considerada por la pionera Buenos Aires tienta al mandatario justicialista.

La obra pública en Tucumán emplea de manera directa a 13.000 obreros y, según las estimaciones oficiales, a más de 50.000 empleados si se cuentan también los que dependen de las industrias accesorias. La prioridad del Gobierno local es la conclusión de una tanda de casi 1.000 viviendas en el barrio Lomas de Tafí, para que sean entregadas en abril o mayo. Sin embargo, hay incertidumbre respecto del futuro de las obras viales.

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