5 de octubre 2009 - 00:00

Arturo perdió el ballottage y gobernará su primo Ricardo

Los festejos estallaron anoche en el Comité Radical apenas se conocieron los primeros resultados del escrutinio provisorio que consagraron ganador a Ricardo Colombi.
Los festejos estallaron anoche en el Comité Radical apenas se conocieron los primeros resultados del escrutinio provisorio que consagraron ganador a Ricardo Colombi.
Corrientes (enviada especial) - La feroz contienda por la gobernación entre los radicales Colombi se resolvió anoche en segunda vuelta con una aplastante victoria del candidato opositor y ex gobernador, Ricardo, sobre su primo y actual gobernador, Arturo, que cayó derrotado por casi 20 puntos de diferencia.

Cerca de las 21, el ganador comenzó la conferencia de prensa en un colmado y exultante comité de la UCR, sobre la calle 25 de Mayo. «Sentimos una fuerte alegría», saludó acompañado por el titular del radicalismo nacional, Gerardo Morales, y el senador nacional electo, Eugenio «Nito» Artaza.

Consolidación

Entre intermitentes gritos de sapucai, el gobernador electo rápidamente se ocupó de comenzar a consolidar su futura gestión. «Quiero realizar una convocatoria a todos los sectores sociales y políticos para hacer una provincia mejor. Tenemos que trabajar en pie de igualdad con nuestros intendentes», y hasta se animó a lanzar su primer anuncio para lograr ese objetivo: «Vamos a aumentar la coparticipación a los municipios, uno por ciento por año».

«Estamos viviendo tiempos que nos obligan a restablecer la paz, y un solo sector no lo puede hacer. Es necesario el diálogo», reconoció Ricardo, serio, como siempre, aunque se evidenciaba su satisfacción.

Pero sabe que el cansancio que generó la campaña y la resistencia de un importante porcentaje de votantes a los dos proyectos que competían serán un desafío para revertir.

Minutos antes, en la sala de periodistas de la Casa de Gobierno, el gobernador Arturo Colombi reconocía la derrota y felicitaba a la alianza competidora, Encuentro por Corrientes. «Quiero agradecer a los que participaron poniendo el esfuerzo, y a los integrantes de este Gobierno. Sólo quiero decir que éste fue un buen gobierno, y ahora tenemos la tarea de estar presentes ante los problemas de los correntinos. Muchas felicitaciones a los que han ganado», dijo en forma escueta el mandatario, pasadas las 20.45.

Mientras avanzaba rápidamente el escrutinio provisorio, el porcentaje de votos nulos, en blanco y la poca asistencia también crecía, un número que, aunque el ricardismo intentó minimizar desde temprano, necesitará ser analizado.

En Correntinos por el Cambio (PJ), la alianza que se ubicó en tercer lugar en la primera vuelta, la evaluación fue rápida: «La gente se cansó, se necesitaba una renovación. La campaña desengaño a muchos». Las escuelas vacías, y el poco movimiento en la tarde con 35 grados parecían darles la razón. «Quiero felicitar a los que concurrieron a emitir su voto, porque esto fortalece la democracia», dijo Ricardo anoche al ver que el número de asistentes no crecía.

Punto débil

En el comité, Ricardo Colombi festejaba su vuelta a la gobernación, tal como lo había hecho en 2001. «Volvemos para poner a la provincia en el contexto nacional, como debe ser», decía mientras tocaba en el punto débil de la gestión de su primo. Sucede que la imposibilidad de refinanciación de la deuda con el Gobierno nacional ocasionó graves problemas financieros para la provincia, luego de la ruptura de la concertación en la que había participado Arturo junto al kirchnerismo.

«Éste es un regreso para restablecer la libertad de prensa», siguió, y despertó un nuevo sapucai. Se refirió a otro grave cuestionamiento al Gobierno arturista: la distribución de la pauta publicitaria, y una cuestión que en las últimas horas se volvió sensible por el suicidio del director de la Agencia Corrientes, Hernán González Moreno, la empresa que se ocupaba de la distribución de la publicidad del Gobierno, y donde se manejaban millones de pesos «irregularmente», según denunció el ricardismo.

En el Gobierno, ya se sentían golpeados, pero el mandatario apostó hasta las últimas consecuencias a la reelección. Otorgó un aumento por única vez de $ 300 a los estatales que cobraron entre viernes y sábado, pero según dijeron algunos empleados, sólo se encontraron con $ 100. «A horas de la elección, a la gente la agarraron con la bronca porque gastó a cuenta. Eso debe haber sumado a la derrota», dijo un estatal a este diario.

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