Brasilia - El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió a sembrar ayer dudas sobre la vacunación contra la covid-19, afirmó que la variante ómicron “es bienvenida” porque puede significar la inmunidad de rebaño y el fin de la pandemia y tergiversó datos al afirmar que esta nueva ola no está causando muertes.
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Bolsonaro, insólito: festeja la ómicron aunque peligran los hospitales
El presidente de Brasil dijo que la variante de covid-19 es “bienvenida” porque podría ayudar a lograr la inmunidad de rebaño. La OMS salió a repudiar los dichos: “ningún virus que mata personas” puede celebrarse.
Lo hizo al fustigar la política de cuarentenas que adoptaron gobernadores e intendentes de su país durante 2020 y 2021, a quienes les endilgó la responsabilidad por el aumento del 10,6% en la inflación del año pasado, el avance de precios más alto en seis años en Brasil.
La variante tiene “una letalidad muy pequeña y dicen que puede ser hasta un virus vacunatorio. Personas serias no vinculadas a las farmacéuticas dicen que ómicron es bienvenida y puede indicar el fin de la pandemia”, dijo Bolsonaro en una entrevista con el sitio Gazeta Brasil. El mandatario dijo que la nueva variante “no ha matado a nadie”, tergiversando la propia información del Ministerio de Salud.
Apenas horas después, el director ejecutivo de la OMS, Michael Ryan, rebatió desde Suiza las afirmaciones del mandatario.
“Ningún virus que mata personas es bienvenido, especialmente si la muerte y el sufrimiento son evitables. No es hora de desistir, de declarar que este es un virus bienvenido”, aseveró Ryan.
El funcionario advirtió que “hay muchas personas que están en salas de terapia intensiva con respiradores, necesitando oxígeno, que dirían que esta no es una dolencia suave”.
En Brasil, varios hospitales están colmados con casos de covid-19, y la mayor parte de los hospitalizados en terapia intensiva son personas no vacunadas, de acuerdo a la información de las secretarías de salud de los estados. “Tal vez hemos llegado a la inmunización de rebaño y yo no me vacuné”, afirmó Bolsonaro, quien sembró dudas sobre las vacunas que su propio Gobierno compra.
En un guiño a los negacionistas brasileños antivacunas, Bolsonaro contó que ordenó al ministro de Salud, Marcelo Queiroga, recopilar casos de reacciones negativas a la vacuna para mostrarlas a los padres antes de enviar a sus hijos a los puestos de salud a recibir las dosis.
El ultraderechista se opuso a la vacunación autorizada por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria a chicos de entre 5 y 11 años que deberá iniciarse este mes y volvió a decir “que ningún niño ha muerto” de Covid-19. Corregido por la entrevistadora, que apuntó que más 300 niños de esa edad fallecieron, Bolsonaro insistió: “Vamos a suponer que estos números sean verdad...¿se justifica la vacunación?”.
El presidente también confirmó su candidatura a la reelección y dijo que estará en todos los debates de campaña para los comicios de octubre, para los cuales aparece como favorito en las encuestas a vencer en primera vuelta el líder opositor y expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), del Partido de los Trabajadores.
Es que en 2018 la popularidad del excapitán del Ejército subió mientras no acudía a los debates debido a que había sufrido un atentado con un cuchillo cuando no superaba el 20% de intención de voto.
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