22 de junio 2015 - 00:37

Bonar 2024: ¿el fin de una moda en el mercado?

Thomas Griesa
Thomas Griesa
 El Bonar 24 fue en los primeros meses de 2015 el título que simbolizó la gran expectativa de los inversores con el mercado argentino. Tuvo un fuerte rally que le permitió al Gobierno emitir u$s 1.415 millones a una tasa del 9%. Pero en los últimos dos meses se evaporó ese entusiasmo, especialmente en la semana pasada. Como resultado, la pérdida acumulada en su cotización desde los máximos de marzo llega al 11% y el rendimiento del cierre del viernes se ubicó otra vez por encima del 10%.

Este bono se transformó en el preferido de los inversores por varios motivos, desde que se emitió hace poco más de un año para compensar a Repsol por la expropiación de YPF. El título pasó a ser el referente o "benchmark" por su duración para los inversores, tanto locales como internacionales, teniendo en cuenta que la curva de bonos era demasiado corta (Boden 2015 o Global 2017) o muy larga (el Discount vence en 2033 y el Par en 2038). Además, al ser emitido por ley local quedó fuera -al menos por el momento- de las restricciones decididas por el juez de Nueva York Thomas Griesa.

Las novedades políticas que se sucedieron en las últimas jornadas con las conformaciones de las listas generaron más incertidumbre en los inversores. Básicamente, la sensación de que no se avanzará con tanta rapidez sobre las distorsiones de la economía terminaron perjudicando tanto al mercado de acciones como al de bonos. Y el dólar también tuvo mayor presión, lo que generó nuevos operativos e inspecciones de organismos de control en el microcentro porteño.

El Bonar 2024 había llegado a cotizar a u$s 109 en marzo, pero adentro tenía unos u$s 4 del cupón de intereses que se pagó posteriormente. Por lo tanto, su valor llegó a unos u$s 105 "limpios". El viernes, sin embargo, cerró por debajo de los u$s 95, una caída de aproximadamente un 11% en relación con sus niveles más altos. Otros títulos bajo ley local fueron afectados en menor medida, como el Boden 2017. Pero en este caso, la razón es que se trata de un bono mucho más corto; por lo tanto, el impacto de una caída en el precio es menor que en títulos más largos.

Esta semana será importante para determinar si a estos niveles, con un rendimiento superior al 10%, aparecen compradores de oportunidad que aprovechan estas tasas elevadas o si, por el contrario, se mantiene la ola de ventas.

Los títulos dolarizados subieron en el mercado local, pero debido a que también aumentó el tipo de cambio, tanto el "blue" como el contado con liquidación, lo que impactó en las paridades en pesos.

Sin embargo, el Banco Central y la Comisión Nacional de Valores extremaron los controles durante la semana pasada para prevenir la dolarización de carteras a través del mercado de bonos.

Esta semana continuarían operativos similares sobre casas de Bolsa y de cambio. El objetivo es que el atisbo de presión cambiaria que se esbozó la semana pasada no se acentúe, lo que podría tener consecuencias negativas para el Gobierno desde el punto de vista electoral.

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