1 de septiembre 2016 - 00:29

Brasil, irónico: una recesión que enriqueció a inversores

• EN EL AÑO, LA BOLSA PAULISTA GANA MÁS DE 35%
Con una economía en clara estanflación, el real brasileño fue la divisa que más se fortaleció y la Bolsa de San Pablo la que más gana. Los fondos de inversión son optimistas, pero con cautela.

Brasil, irónico: una recesión que enriqueció a inversores
La economía brasileña acumulará en 2016 su segundo año consecutivo en recesión. El PBI cayó 3,8% en 2015 y este año se proyecta una caída del 3%. Prueba del estancamiento de la que fuera una de las economías estrella para los mercados en la primera parte del siglo XXI, ha visto caer su PBI per cápita casi 35% desde 2011. Sin embargo, el país que aspiraba a liderar a nivel mundial bajo el manto de los BRICS y que perdió su calificación de grado de inversión, no deja de sorprender a los analistas. En lo que va del año la Bolsa de San Pablo subió más del 35%, mientras que el real se apreció más del 20% frente al dólar.

Los mercados de divisas estuvieron y siguen pendientes de lo que acontezca con el yuan, la libra esterlina, el yen y, como siempre, del dólar. Pero la performance de la divisa brasileña descolocó las estimaciones. Por ejemplo, con respecto a la libra esterlina, el real se apreció más de un 26% y más del 15% frente al euro. Esto potencia además los rendimientos obtenidos en la Bolsa paulista en términos de dólar o de euro. Pero el real no se fortaleció sólo frente a las principales divisas, también lo hizo al confrontarlo con las emergentes. Uno de los ganadores, en términos de competitividad, es el peso, que perdió casi 30% contra el real, mientras que en el caso de la moneda mexicana el diferencial es del 25%. La única divisa que le hizo fuerza es el rublo, aunque así y todo la divisa rusa perdió cerca del 7% frente al real.

En tal sentido, no deben soslayarse las diferencias entre las políticas monetarias de Brasil y las economías desarrolladas en los últimos años. Mientras Brasil elevó la tasa de referencia Selic hasta el 14,25%, Europa, EE.UU., Japón y el Reino Unido mantuvieron sus estrategias de tasas prácticamente cero e incluso negativas. Esto coadyuvó a la apreciación del real, mientras el resto de los bancos centrales enfrentaban bajo crecimiento e inflación conspirando con cualquier intento de subir las tasas de interés.

Por lo visto en los primeros ocho meses de 2016, la Bolsa brasileña fue un buen acompañante de la apreciación del real. Desde los mínimos de comienzos de año, el índice Bovespa experimentó una fuerte recuperación de más del 40% en contra de lo que esperaban los analistas frente al ciclo de apreciación cambiaria.

Si bien los mercados ya descontaron un panorama optimista para el futuro (de ahí la suba bursátil y del real), en el que el nuevo Gobierno de Temer, tras el desplazamiento de Dilma Rousseff, potencie el crecimiento con una buena gestión fiscal, los expertos consideran que Brasil se perfila mejor en el menú de los inversores internacionales pero no anticipan que continúe el rally con la misma intensidad de principios de año; pero sí seguirá la tendencia positiva. Claro que gran parte de estos alentadores pronósticos contemplan que el nuevo Gobierno encare la agenda de reformas pendientes, como la previsional y la fiscal.

Los inversores, además de monitorear la evolución de las materias primas (muy influyentes en la economía brasileña, como el petróleo, el hierro o la soja), también vigilarán la fortaleza de las dos grandes economías asiáticas. China es el principal socio comercial de Brasil, mientras que Japón, a través de su política monetaria ultraexpansiva -con la compra masiva de deuda-, ha expulsado a los inversores institucionales del mercado de renta fija, aunque por mandato tienen que comprar bonos, algo de lo que han hecho en Brasil por el atractivo de sus rendimientos.

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