14 de agosto 2017 - 02:44

Centro de cómputos: escáner y custodia tras la explosión

• CAMINO A OCTUBRE

Adrián Pérez
Adrián Pérez
Después del atentado sufrido por la empresa que llevó a cabo el escrutinio provisorio, se dispuso de un escáner en la entrada al Correo Argentino. En ese edificio, 2.400 operarios cargaron los datos de las elecciones con un sistema más ágil que en 2015.

La explosión de un sobre-bomba en las oficinas de Indra el jueves pasado colocó en estado de alerta a las autoridades. Fue por eso que la Justicia ordenó reforzar la seguridad para que las PASO se llevaran a cabo sin contratiempos: en todo el país se dispusieron unos 106 mil efectivos. En la sede del Correo Argentino, lugar donde la empresa española víctima del ataque llevó a cabo el escrutinio provisorio, se tomaron medidas de precaución extra.

En la calle, patrulleros de Policía de la Ciudad custodiaron la puerta al edificio, un ingreso vedado a todo aquel que no contara con una acreditación previa. En la entrada se colocaron dos escáneres: uno para las personas y otro para los bolsos. Esa fue, según dijeron desde el Ministerio del Interior a este diario, la principal acción de seguridad adicional que se tomó a raíz del atentado de la semana pasada. Además, se dispusieron en el edificio 27 gendarmes, 5 soldados del Ejército, 52 de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, 3 de la Brigada Antiexplosivos con perros y 5 bomberos.

Con ese marco y a las 18.07, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, dio la primera conferencia de la tarde. Ratificó que el acto eleccionario "se llevó a cabo en paz" y agradeció "a la ciudadanía, a las más de 200 mil autoridades de mesa y a las fuerzas de seguridad". Además, remarcó que "hubo una muy importante participación": votó el 74% del padrón.

Unos minutos después, comenzó el proceso del escrutinio provisional. Divididos en grandes salones del edificio del Correo Argentino y con el acceso vedado para los medios, 1.200 operadores (2.400 en total, divididos en dos turnos) cargaron los datos a medida que recibieron los telegramas escaneados en los 397 centros de transferencia en todo el país. Dos "data entry" subían al sistema el mismo documento y, en caso de haber alguna diferencia en las cifras, un tercero repetía la operación. Los encargados de cargar a la web los datos de la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, permanecieron a la espera hasta cerca de las 20, cuando comenzaron a llegar los primeros telegramas. Según explicaron a este diario, gracias a un nuevo software para ver las imágenes que llegaban al centro, el traspaso de datos se hizo a una velocidad superior que en 2015. En una habitación del primer piso, fiscales de los partidos siguieron en tiempo real cómo se cargó la información.

También hubo veedores internacionales, que se mostraron satisfechos con la jornada. "Visitamos las mesas electorales de distintos distritos y todo se desarrolló con normalidad. Hubo un importante índice de votantes, muy alto comparado con otros países de Latinoamérica", dijo a este diario Clicerio Coello, magistrado presidente de la sala especializada del Tribunal Electoral de México y uno de los veinte integrantes de su comisión.

A las 20.53, Adrián Pérez tomó la palabra. El secretario de Asuntos Institucionales y Políticos agradeció a quienes participaron de los comicios y ratificó que, conforme lo estipula la ley, a las 21 comenzaría la difusión de los primeros resultados. Y así fue.

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