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CGT programa cumbre posparo para poner freno al Gobierno
BUSCAN ZANJAR LA FRACTURA ENTRE "GORDOS" Y MOYANO PARA UNA FUTURA CONDUCCIÓN SIN INTERNAS - Por impulso de gremios que están afuera de la conducción, el miércoles habrá un encuentro de los sectores influyentes.
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Rearmado. Tras dos años de conducción errática del triunvirato, los principales sectores de la CGT buscarán la semana que viene reagruparse sobre una agenda común con vistas a la elección de un nuevo líder en agosto.
La clave fue el reencuentro de los dos mayores gremios de la industria. Una reunión este martes en la sede del sindicato de mecánicos (SMATA) con su jefe, Ricardo Pignanelli, y el de los metalúrgicos de la UOM, Antonio Caló, llamó la atención de "gordos" e "independientes" de tal forma que se fijó para el miércoles un encuentro ampliado para debatir con base en la agenda de los dirigentes fabriles. A ellos se sumaron el martes Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), Guillermo Moser (Luz y Fuerza) y Marcos Castro (capitanes de barcos), del Movimiento de Acción Sindical (MASA), y Héctor Amichetti (gráficos) y Pablo Biró (pilotos aeronáuticos), de la Corriente Federal (CFT) entre otros.
El nuevo grupo comenzó a asomar en marzo con charlas reservadas entre Caló, Pignanelli, Sasia y Moser de las que dio cuenta este diario. Para el encuentro del miércoles próximo buscarán consensuar una agenda de no más de cinco puntos centrales de coincidencias relacionados con la política que deberá exigir la CGT para la producción, el transporte, los servicios y la educación. Algunos dirigentes redujeron más ese espectro al vincularlo con las máximas peronistas de "Soberanía Política, Independencia Económica y Justicia Social".
Se trata de una enumeración destinada a lograr adhesión plena por parte de cualquier sindicalista de la CGT y evitar la dispersión que fue moneda corriente durante los últimos años. En ese sentido el paro del lunes será apenas un mojón en el proceso de reestructuración de la central pero con la salvedad de que se prevé que tendrá una adhesión inédita. Más allá de contar con la participación de los gremios de las dos versiones de la CTA y protestas organizadas por la izquierda, la huelga sumó hasta ahora dentro de CGT un acatamiento sin fisuras.
El principal factor de cohesión fue, de todos modos, el propio Gobierno al encadenar el veto presidencial a la ley contra el tarifazo con el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, una devaluación con traslado inmediato a los precios y, según los datos de ayer, un desempleo casi dos puntos mayor en el primer trimestre del año contra el período inmediatamente anterior. Además el equipo de Macri limitó sus concesiones al sector a los fondos retenidos a las obras sociales sindicales y evitó avanzar sobre otras reivindicaciones como un freno institucional a los despidos o la exención de Ganancias sobre el aguinaldo.
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