25 de marzo 2013 - 00:00

Chile despidió a Franklin Caicedo

Nacido en Chile, donde murió el viernes pasado, Caicedo desarrolló casi toda su carrera en la Argentina. Recién en 2002 empezó a alternar entre ambos países.
Nacido en Chile, donde murió el viernes pasado, Caicedo desarrolló casi toda su carrera en la Argentina. Recién en 2002 empezó a alternar entre ambos países.
El viernes, en Santiago de Chile, murió Frankin Caicedo, actor de rasgos criollos y expresión pícara, nacido en Iquique en 1928, y largos años residente en Buenos Aires, adonde llegó en 1969 como inmigrante, no como exiliado. Acá desarrolló casi toda su carrera. Recién en 2002 empezó a alternar entre ambos países. Actor y director de teatro, hizo también reconocidos trabajos en cine y televisión.

Caicedo se inició en los 50 en el Teatro Experimental de la Universidad de Chile, e incluso tuvo un protagónico en un film que quiso renovar el cine chileno, "Tres miradas a la calle", de Naum Kramarenco, 1957. Allá dirigió varias obras, entre ellas "Fulgor y muerte de Joaquín Murieta", de su amigo Pablo Neruda, que trajo en una gira. Acá decidió quedarse, fascinado por el teatro porteño. Se integró a la escuela de Augusto Fernandes, se lució en "Lisandro", junto a Pepe Soriano, "La señorita de Tacna", "El examen cívico", "El organito", "El precio" (premios Florencio Sánchez y Estrella de Mar), "Sobremonte, el padre de la patria", "El rufián en la escalera", etc., recorrió festivales teatrales de todo el mundo, y se despidió en 2008 con "El cartero de Neruda", la pieza de Antonio Skármeta que lo tuvo como director, productor general y coprotagonista, encarnando al viejo amigo. Inolvidables, sus recitales de versos de Neruda, para el que también escribió un corto documental, "Neruda, déjame cantar por tí, 1997.

Dato curioso: recién en 2002 volvió a hacer teatro en su patria, y lo hizo con una obra muy particular, "El anfitrión", que él mismo adaptó de la novela de Jorge Edwards sobre un comunista exiliado a disgusto en Alemania Oriental, donde se encuentra con el mismísimo Fausto, que le ofrece lugares mucho mejores.

El chileno Farina de "La Patagonia rebelde", el Negro, villero optimista que impulsa la creación de un dispensario en "Después de la tormenta", y el buen amigo de "El acompañamiento", junto a Carlos Carella, son sus mejores trabajos en el cine argentino, que lo requirió para unas 25 películas, entre ellas "Los gauchos judíos", "Los orilleros", "De cara al cielo" (siempre haciendo de criollo), "El poder de las tinieblas", "La isla", "Tacos altos", "Yo, la peor de todas", "La nube". Otro buen trabajo, el film brasileño "A cor do seu destino", el color de su destino, de su paisano Jorge Durán, donde interpretó al padre de una familia de exiliados.

Pero es probable que el público lo recuerde mejor por sus personajes en la telenovela "Cosecharás tu siembra" (don Arístides Brusco), la miniserie "El garante" y otras buenas apariciones televisivas. Había caído enfermo el año pasado. Este fin de semana fue velado en la iglesia santiaguina de María Magdalena, y enterrado en el Cementerio General. Años atrás, su país lo reconoció oficialmente con la Orden al Mérito en el grado de Caballero de la presidencia de la República de Chile, que le fue entregada en la Embajada de calle Tagle y el agradeció con su habitual expresión de picardía.

Paraná Sendrós

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