15 de septiembre 2009 - 00:00

Choque en puerta: ya inquieta a EE.UU. el armamentismo de Chávez

Dmitri Medvédev y Hugo Chávez, durante la reciente visita del venezolano a Rusia. La última compra de tanques y misiles por parte de Venezuela se produjo gracias a un crédito de u$s 2.200 millones concedido por el Kremlin.
Dmitri Medvédev y Hugo Chávez, durante la reciente visita del venezolano a Rusia. La última compra de tanques y misiles por parte de Venezuela se produjo gracias a un crédito de u$s 2.200 millones concedido por el Kremlin.
Washington y Caracas - La agresiva política de Hugo Chávez de compra de armamento ya genera «preocupación» en la administración de Barack Obama, indicó el Departamento de Estado, en otro síntoma del progresivo deterioro de la relación entre ambos gobiernos. El vocero de la cancillería norteamericana, Ian Kelly, advirtió asimismo que su país «monitoreará de cerca» el anunciado plan nuclear de Venezuela, y calificó como un «serio desafío» para la estabilidad de América Latina el reciente pacto militar de Chávez con Rusia, por u$s 2.200 millones, sellado el viernes pasado en Moscú.

«Estamos preocupados por el declarado deseo de Venezuela de incrementar su rearme, que pensamos supone un serio desafío a la estabilidad del hemisferio occidental», dijo Kelly.

Al mismo tiempo, la embajada de Venezuela en Washington calificó como «vergonzosas» las afirmaciones del fiscal federal de Nueva York, Robert Morgenthau, quien había asegurado que Irán aprovecha el sistema financiero venezolano para eludir las sanciones internacionales y adquirir materiales para su controvertido programa nuclear y el desarrollo de misiles.

Este intercambio dialéctico marca la profundización del enfrentamiento entre Washington y Caracas, que prácticamente no reconoce variantes de fondo con respecto a la era Bush. Obama y Chávez mantuvieron un primer diálogo cordial en la cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago, en abril pasado, pero ningún otro dato aportó ni antes ni después del encuentro a una distensión de la relación. Por el contrario, documentos del Congreso de EE.UU. calificaron a Venezuela como un «narcoestado», mientras el mandatario venezolano acusó a EE.UU., de estar detrás del golpe de Estado de Honduras y de fomentar una guerra en América Latina por el inédito acuerdo militar del Pentágono con Colombia para utilizar siete bases en el país sudamericano.

El vocero Kelly recordó que la compra por más de u$s 2.200 millones en armas a Rusia «supera» las de «todos los demás países en Sudamérica». «Estamos preocupados ante una eventual carrera armamentística en la región», señaló Kelly, quien también instó a Venezuela a «ser transparente en sus compras y muy claro sobre el propósito de las mismas».

Detalles

Con su habitual tono festivo, Chávez dio detalles el domingo sobre la compra de material bélico a Rusia. Según indicó, se trata de 92 tanques T-72, así como un número no mencionado de misiles tierra-aire Smerch S-300 «con alcance de 200 kilómetros», con los que, dijo, espera disuadir al «imperio» estadounidense de un posible ataque desde Colombia.

A la vez, Chávez reiteró que Venezuela pretende desarrollar energía nuclear «con fines pacíficos» al igual que Brasil y la Argentina, después de haber declarado días pasados al diario francés Le Figaro que tenía planeado construir con ayuda del Gobierno de Irán una «villa nuclear». También Estados Unidos «monitoreará de cerca» estos planes, aseguró ayer Kelly.

Venezuela «ha firmado el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y tiene determinadas obligaciones de cara a cualquier programa nuclear», recordó el portavoz.

Desde Washington, el embajador venezolano en Estados Unidos, Bernardo Álvarez, envió la misiva a Morgenthau en la que calificó sus acusaciones de «vergonzosas» y de ser parte de una «campaña sucia» contra Chávez.

Sospechas

Entre las acusaciones del fiscal Morgenthau, hechas en una charla en el think tank progresista Brookings Institution y luego en un artículo en The Wall Street Journal, afirmó que fábricas iraníes en zonas rurales de Venezuela son idóneas para producir armas.

Como respuesta, el representante diplomático de Venezuela en Washington le escribió: «Las acusaciones que usted presenta en su exposición son simplemente vergonzosas y carentes de fundamento. Lo que usted refiere en su discurso como fábricas sospechosas proveen a los venezolanos comunes de alimentos, equipos agrícolas y de transporte, materiales de construcción, productos plásticos, bicicletas, entre otros bienes de consumo», agregó.

Agencias DPA, AFP y Reuters

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