Esta obra maestra es un ejemplo de cómo contar una historia introspectiva en términos absolutamente cinematográficos. En 1935 el intelectual antifascista Carlo Levi fue confinado por el régimen del Duce a una región del sur de Italia abandonada de la mano de Dios, donde la gente vivía como en el Medioevo. Al llegar, el médico local le recomienda no aceptar nada de ninguna mujer debido al peligro de los filtros para el amor. A partir de ese momento se suceden situaciones y relatos tragicómicos, incluyendo las derivadas del régimen fascista. Cada encuadre tiene el carácter preciso de la escena, y cada imagen logra capturar paisajes y arquitecturas alucinantes. Gran film de un Francesco Rosi en su momento de mayor madurez, logrando una de las actuaciones imperdibles del gran Volonté. La edición es técnicamente excelente.
D.C. |
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